Nada. Nikolai Sadovnikov se reunió con el entonces presidente de la Generalitat Carles Puigdemont, el 26 de octubre de 2017, pocas horas antes de que proclamara la independencia de Catalunya. El mediador del encuentro fue Víctor Terradellas, responsable de Relaciones Internacionales de Convergència Democràtica de Catalunya. Terradellas ha explicado que Sadovnikov ofreció apoyo a la independencia a cambio del apoyo de 10.000 soldados rusos, la conversión de Catalunya en un paraíso fiscal para las criptomonedas y una conversación telefónica o virtual con el presidente ruso, Vladimir Putin.
La existencia de este encuentro la desveló el grupo internacional de medios de comunicación OCCRP, del que forma parte El Periódico de Catalunya. Periodistas de este medio contactaron hace unos días con Sadovnikov para pedirle su versión de estas reuniones. Su respuesta fue que en 2020 se contagió de Covid y que no recuerda nada de lo que ocurrió antes de sufrir la enfermedad. Como mucho, su memoria le permite recordar que llegó al aeropuerto de El Prat y le llevaron a un lugar desconocido. El ‘lugar desconocido’ era el palacio de la Generalitat, donde Puigdemont le recibió en la Casa de los Canónigos, la residencia presidencial.
De nada sirvió que los periodistas catalanes le enseñaran una fotografía de Puigdemont. No lo identificó. Ya había hablado con anterioridad con representantes del grupo de periodistas que realizaban el reportaje mientras estaban recogiendo información. Entonces les dijo que «en 2020, morí prácticamente, y he resucitado». Hubo otra reunión de un emisario ruso con Puigdemont a la que Sadovnikov no acudió. Se produjo el 24 de octubre de 2017 y asistió Sergey Motin. Éste se murió en serio meses después a causa de un cáncer de pulmón.
Quizás algún día Sadovnikov supera los efectos de la post-Covid y recupera la memoria de aquella reunión previa a la proclamación de independencia y a la fuga de Puigdemont a Bélgica.
