Desde el pasado mes de marzo, los Mossos d’Esquadra tienen prohibido disparar proyectiles de foam a la cabeza al cuello. La medida es provisional y la conselleria de Interior la adopta mientras la comisión parlamentaria de estudio del modelo policial presenta sus conclusiones.
En concreto, según publica NacióDigital, la medida entró en vigor a partir del 30 de marzo, y según explica el conseller Joan Ignasi Elena en respuesta a una pregunta parlamentaria, se toma con el objetivo de «minimizar el riesgo de causar lesiones».
Desde el departamento de Interior detallan que el conseller de Interior siempre ha reafirmado la voluntad de ampliar o modificar el protocolo «si esto servía para que fuera más claro».
El protocolo también especifica que sólo se puede disparar contra la extremidad superior en caso de que la persona muestre un objeto arrojadizo, un objeto contundente o arma blanca, y «cuando se tenga la certeza de que se puede alcanzar el objetivo».