El poder de la publicidad institucional

En EL TRIANGLE, nos hemos hecho eco del informe de la Comisión Asesora sobre la Publicidad Institucional (CAPI) de la Generalitat, correspondiente al año 2021. En este memorándum se recoge, detallado, el reparto de los 35,7 millones de euros que el Gobierno catalán se gastó, el año pasado, en inserciones publicitarias en los medios de comunicación catalanes (y también en algunos de Madrid, como publico.es o eldiario.es).

La lectura de este informe es, sencillamente, una infamia. Retrata de qué manera sectaria y partidista la Generalitat llena escandalosamente los bolsillos a algunos medios (La Vanguardia, RAC1, Ara, El Periódico, El Punt Avui, el grupo Sàpiens, El Nacional, Nació Digital…) y, en cambio, castiga o margina a la gran mayoría, entre los cuales a EL TRIANGLE.

Algo parecido pasa si nos sumergimos en la selva del portal de transparencia del Ayuntamiento de Barcelona. Aquí podemos constatar que el gobierno de Ada Colau se gasta, cada año, más de 9 millones de euros en publicidad institucional. El reparto que hacen los Comunes, que llegaron para cambiarlo todo, de esta enorme partida de dinero es muy parecido al de la Generalitat: los medios del conde de Godó, El Periódico, Ara, 20 minutos, El Punt Avui, Nació Digital, publico.es, eldiario.es… cobran sumas escandalosas de dinero de las arcas municipales.

Los medios que, como EL TRIANGLE –y otros, como Crónica Globalosamos ser críticos con los errores y los excesos de Ada Colau somos castigados descaradamente al ostracismo. En cuestión de respeto a la libertad de información y al pluralismo, la alcaldesa morada se comporta como una tirana y condena a quienes no le compramos su moto averiada al “pacto del hambre”.

 
La Diputación de Barcelona, donde gobiernan PSC y Junts, tiene un fondo de reptiles que alimenta generosamente solo a un grupito de medios escogidos: La Vanguardia, El Periódico, El Nacional, El Món… Y, por ende, el dinero que les destina está camuflado bajo partidas genéricas y opacas. Nuria Marín ha dejado que sean los neoconvergentes quienes administran este pastel y así le va.

Si vamos a comarcas, la situación es dramática. Las diputaciones, los consejos comarcales y los ayuntamientos de las capitales y grandes ciudades tienen cuasi el monopolio publicitario de los medios de comunicación locales. Esto hace que el control de la información sea asfixiante y la crítica, inexistente y perseguida. En la práctica totalidad de Cataluña reina una “omertá” que hace imposible que fluya el debate y florezca la democracia.

Ya sabemos que la situación de los medios de comunicación es, aquí y en todas partes, muy complicada. El modelo tradicional de negocio, basado en la inserción publicitaria comercial de empresas privadas, se ha resquebrajado, a causa de la irrupción de Internet y la multiplicación exponencial de portales y de cabeceras.

Esta crisis estructural del sector ha hecho que, en el caso de Cataluña, las instituciones -la Generalitat, pero también, las diputaciones y los grandes ayuntamientos…- se hayan convertido en la tabla de salvación de las finanzas de los medios. A cambio, obviamente, de una dependencia reverencial hacia los políticos y los partidos que ostentan el poder, que son festejados de manera permanente e indecente por los empresarios del sector mediático para obtener publicidad institucional, cuanta más mejor.

Los medios de comunicación surgieron y tienen sentido en la medida que ejercen un control crítico de los poderes públicos. Cuando el periodismo se transforma en un muñeco en manos de estos poderes y pierde su espíritu combativo y de servicio a la sociedad, esta profesión se ahoga y muere.

Yo hace 47 años que trabajo de periodista y, como es lógico, las he visto de todos los colores. Por eso puedo decir con mayúsculas que LA LIBERTAD DE INFORMACIÓN Y EL PLURALISMO PERIODÍSTICO NUNCA HAN ESTADO TAN AMENAZADOS EN CATALUÑA COMO AHORA.

En cuanto a EL TRIANGLE, el boicot institucional que recibimos es parecido al de los “años de plomo”, en que CiU gobernaba la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona y la Diputación de Barcelona y fuimos castigados “por malos”, con la clara intención de obligarnos a cerrar. Ahora, los “amigos” de ERC ostentan la presidencia de la Generalitat, los “amigos” de los Comunes gobiernan el Ayuntamiento de Barcelona y los “amigos” del PSC presiden la Diputación de Barcelona y el maltrato es prácticamente el mismo, salvo algunas migajas.

Pere Aragonès, Jaume Giró, Ada Colau y Núria Marín tienen el poder de decidir qué medios de comunicación existen y cuáles no; qué medios de comunicación pueden crecer y cuáles tienen que cerrar. Y tengo que decir que, más allá de sus diferencias políticas, los cuatro parece que se han puesto de acuerdo para estrangular a EL TRIANGLE y provocar nuestra desaparición.

Tengo una mala noticia para los cuatro: no lo conseguirán y, además, pagarán esta osadía.

Yo nunca me he puesto de rodillas ante ningún político, sea del color que sea, y nunca lo haré. Solo reclamo justicia distributiva y un reparto equitativo de la publicidad institucional para el conjunto de los medios de comunicación de Cataluña, con transparencia, sin discriminación y sin trampas.

Eso sí, el paso del tiempo me ha permitido constatar que todos los políticos que han menospreciado o han intentado aniquilar a EL TRIANGLE han acabado despeñados. Tienen que saber que la libertad de opinión y de expresión no tiene precio y que, por consiguiente, nunca nos venderemos ni nunca nos podrán comprar.

(Visited 201 times, 1 visits today)
Facebook
Twitter
WhatsApp

HOY DESTACAMOS

Deja un comentario