La presidenta de Ciudadanos (Cs), Inés Arrimadas, empezó su vida política en Cataluña, de la mano de Albert Rivera, mucho antes que este cayera en desgracia. De hecho, sus detractores dentro del partido siempre han dicho que el mérito más grande que la hizo llegar a liderar Cs en Cataluña y después el partido en todo España es que Rivera la ungió como delfín, sin más opción a oposición.
Pero esta vinculación no le ha servido lo más mínimo para estar junto a la cúpula del partido en Cataluña ni para avalar, pase el que pase, su estrategia. Y es que fuentes de Ciudadanos aseguran que Arrimadas ha decidido alejarse de Carlos Carrizosa y de toda la dirección del partido en Cataluña: la líder pose en cuestión su evolución y su estrategia en el Parlament en los últimos años, temiéndose una catástrofe electoral.
