La presidenta del Parlamento de Cataluña, Laura Borràs, ha celebrado en Twitter el pacto alcanzado entre Junts -su partido-, el PSC, ERC y En Comú Podem en materia de política lingüística, destacando que «se ha conseguido con diálogo constante con Òmnium, la Plataforma per la Llengua y Som Escola».
En realidad, la Plataforma per la Lengua, a diferencia de Òmnium Cultural, no sólo ha rechazado el contenido del pacto, sino que ha manifestado que el texto que han acordado esos cuatro partidos no ha sido consensuado con esta entidad, que se presenta como la ONG del catalán.
Mientras Borràs quiere que se valore, entre otros puntos, que «hemos preservado el catalán como lengua vehicular, recogiendo que el castellano es una lengua curricular y sin fijar cuotas», la Plataforma per la Llengua se queja de que definir el castellano como a lengua curricular «permitiría al gobierno de España exigir un 50% de castellano en las aulas, amparándose en el artículo 6 de la LOMLOE».
En definitiva, esta plataforma, que no suele discrepar de Junts, se limita a celebrar «que se haya dejado de lado la reforma de la Ley de política lingüística», pero añade que «no podemos aceptar» lo que considera una «alternativa peligrosa».
