Ada Colau defendía en 2014, un tiempo antes de ser elegida por primera vez alcaldesa de Barcelona, la necesidad de limitar los mandatos. Ayer, ocho años después, anunciaba sin rubor que opta a la reelección por tercera vez consecutiva. En las primeras elecciones (2015) logró una victoria histórica, poco contestable, derrotando al entonces alcalde Xavier Trias. También concurrió a las elecciones de 2019, esta vez perdió frente al republicano Ernest Maragall; sin embargo, gracias a los votos de Manuel Valls, fue reelegida alcaldesa. Y, según anunció ayer, Colau vuelve a presentarse (2023). En caso de victoria, podría continuar en la alcaldía hasta 2027 -12 años-. ¿Y la limitación de mandatos?
Concretamente, en 2014 Colau afirmaba: “Queremos trabajar por una confluencia real. Queremos limitación de sueldos, mandatos, elección directa de concejales”. Una voluntad reiterada entonces hasta el aburrimiento, pero después incumplida. Sus detractores, que son cada vez más, aprovechan la puesta de largo de la candidata para reprocharle las contradicciones. Gracias a las redes sociales, muchos se preguntan qué entiende Colau por limitación de mandatos: ¿Cuántos años de gobierno son excesivos para la alcaldesa barcelonesa? Dicen que éste es el último, que después pasará el relevo. Se ve que lo hace para «consolidar» su proyecto municipal. Como podíamos leer en las redes, los demás lo hacían por vicio, pero ella lo hace porque debe terminar el trabajo (entiéndase la ironía).
