La Fiscalía del Tribunal Supremo ha archivado las diligencias penales contra el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, abiertas a raíz de las denuncias de revelación de secretos presentadas por la plataforma ultraderechista Manos Limpias y el partido Ciudadanos.
Una semana después de que el fiscal José Javier Huete designara como fiscal instructor a Antonio Pablo Rives, este último ha concluido que las declaraciones de Rufián en TV3 sobre la comparecencia de la entonces directora del CNI, Paz Esteban, en la comisión de secretos oficiales del Congreso, no fueron constitutivas de delito. Por contra, ha apuntado que podrían constituir una infracción administrativa y que, en ese caso, debería analizarlas y sancionarlas la Mesa del Congreso.
Rufián manifestó que «las escuchas, así como las infecciones con Pegasus a Pedro Sánchez y Margarita Robles, tenían dos posibles nombres, una nación extranjera o elementos descontrolados de la seguridad del Estado», y que Esteban había reconocido que «sólo una parte de los dirigentes independentistas espiados lo fueron por los servicios de inteligencia» y «siempre bajo autorización judicial».
Ciudadanos acusó al diputado de infringir el Código Penal y la ley de secretos oficiales de 1968, y Manos Limpias le atribuyó un posible perjuicio a las instituciones del Estado.