Dedicándole menos de dos minutos en un TN vespre tres días después de que se hiciera pública la noticia. Ni una palabra en ninguno de sus programas informativos y magazines desde que un consorcio de diarios internacional del que forma parte El Periódico publicó, el 9 de mayo, que el entonces presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, se reunió con un emisario ruso horas antes de proclamar la independencia de Catalunya. Ni en el Tot es mou, ni en el FAQs, ni en el Més324 consideraron que el tema era lo suficientemente interesante como para tratarlo. En el TN vespre del 12 de mayo, Toni Cruanyes, cuando llevaban más de 13 minutos de informativo dio paso a unas declaraciones en que Víctor Terradellas, el ex jefe de Relaciones Internacionales de CDC que llevó a los emisarios rusos al Palacio de la Generalitat, había hecho esa mañana en RAC1 hablando de esta cuestión. Además, Cruanyes se equivocó y dijo que las reuniones habían sido en el 2014 cuando fueron poco antes de que Puigdemont proclamara la independencia. Esta información fue emitida después de una noticia sobre una sentencia judicial sobre el uso de simbología fascista en las manifestaciones, que el editor del TN vespre consideró más importante.
La televisión que dirige Sigfrid Gras no ha cambiado nada su línea informativa desde que Vicent Sanchis fue destituido. Lo que no gusta al mundo independentista no sale por TV3. Y a quien le moleste que se queje a la Comisión de Control de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA).
El Periódico, simultáneamente con Il Fatto Quotidiano, IrpiMedia, Bellingcat y el OCCRP (Organized Crime and Corruption Reporting Project), explicó que uno de los emisarios rusos, Nikolai Sadovnikov, ofreció a Puigdemont apoyo económico y militar del Kremlin a la independencia de Catalunya. Sadovnikov, a cambio, pidió que la Catalunya independiente se convirtiera en una especie de paraíso fiscal para las criptomonedas.
Terradellas había declarado, el miércoles, ante el juez que Puigdemont no dio credibilidad a las propuestas de Sadovnikov. TV3 no sólo no le dio credibilidad sino que consideró que no valía la pena hablar del tema y menos citar a los medios de comunicación que habían ofrecido la exclusiva. Estos días ha hablado mucho, eso sí, de la ciudad de la que Puigdemont fue alcalde, Girona. A la fiesta Girona, Temps de Flors, ha ido mucha gente. Puigdemont, no; que estaba en Waterloo por haber proclamado la independencia después de reunirse con un ruso del que ni él ni TV3 quieren saber nada ahora.
