El expresidente de la Generalitat Quim Torra ha sido condenado por segunda vez por el delito de desobediencia por no haber retirado simbología independentista del palacio de la plaza de Sant Jaume en período electoral.
El Juzgado de lo Penal número 6 de Barcelona ha condenado a Torra a 15 meses de inhabilitación para cargo público, y al pago de una multa de 24.000 euros y de las costas judiciales, por no haber satisfecho, en septiembre de 2019, el requerimiento del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
La sentencia considera probado que Torra cometió el delito de desobediencia porque no lo cumplió en el plazo de 48 horas que le había concedido el TSJC, y que la pancarta colgada en la fachada del palacio de la Generalitat estaba cuatro días después.
Además, descarta que Torra pueda acogerse a la inviolabilidad parlamentaria o a la libertad de expresión porque actuaba entonces como presidente de la Generalitat. Los edificios públicos, sentencia el juez, «deben estar al servicio de los intereses generales», y no representar a grupos concretos de ciudadanos, en referencia al lazo amarillo como símbolo de protesta que reclamaba la excarcelación de los dirigentes del proceso tomado.
Torra, que evitó presentarse en este segundo caso a la vista oral -lo representaron sus abogados-, cumplió este año su primera condena por desobediencia. El TSJC comunicó a finales de abril el licenciamiento definitivo del expresidente catalán tras constatar que cumplió un año y medio de inhabilitación y pagó 30.000 euros de multa.
