El líder laborista, Keir Stramer, saborea la victoria tras el duro golpe electoral que ha recibido el partido de Boris Johnson en los comicios locales en Reino Unido. Los conservadores han perdido 344 concejales, mientras que los laboristas han ganado 224, los liberaldemócratas han conseguido 157 y los verdes, 82.
Los resultados de los laboristas han sido contundentes en Londres, donde se han quedado con la City de Westminster. También han triunfado en los lugares más previsibles: Barnet y Wandsworth.
Incredible to be with the winning Labour team in Barnet to celebrate this historic local election result.
Change starts today 🌹 pic.twitter.com/vMfsfXvvE6
— Keir Starmer (@Keir_Starmer) May 6, 2022
Londres, el eje del triunfo
El impacto ha sido más amplio porque todos los ayuntamientos de Londres se han presentado a las elecciones y ha habido rotación en un gran número de escaños. En el resto del país, los cambios han sido más limitados porque muchos ayuntamientos eligen a un tercio de sus representantes en cada elección.
Sin contar con Londres, el crecimiento del voto en favor de los laboristas para Inglaterra ha sido de entre un 6% y un 7% desde mayo del 2021. Si la tendencia se tradujera en una cuota de voto nacional, el partido se quedaría con una ventaja de entre tres y cuatro puntos sobre los conservadores, la segunda mayor desde el 2012, el año en que mejor le fue a Ed Miliband, líder de los laboristas entre el 2010 y el 2015.
El futuro de Johnson como primer ministro podría estar en peligro y Stramer estaría más cerca de Westminster. La ventaja de los laboristas es clara porque los votos que han conseguido han aparecido en las circunscripciones donde son más útiles y porque ha obtenido un triunfo tajante ante una derecha que ya no está fragmentada por el voto a la formación de extrema derecha UKIP y que ha sido unificada por el Partido Conservador.
