La Universidad de Toronto tendrá que justificar el fichaje de Elies Campo por ‘Citizen Lab’

Un profesor de la UNED y la ‘London School of Economics’ pide explicaciones a su Comité de Ética sobre el contrato del activista independentista que ha falseado su currículum

Elies Campo figura como fellow del laboratorio de investigación en nuevas tecnologías y derechos humanos de la Universidad de Toronto Citizen Lab desde el pasado mes de enero. Así consta en su perfil de Linkedin donde también se lee que entre septiembre de 2015 y diciembre del pasado año trabajó para Telegram Messenger, en el departamento de Crecimiento, Partenariado y Desarrollo de Negocios. El portavoz de Telegram, Remi Vaughn, ha explicado a EL TRIANGLE que “El señor Elies Campo nunca ha sido empleado por Telegram en ningún cargo, y mucho menos como jefe de nada. En 2016 realizó algún trabajo voluntario y se le concedió una dirección de correo electrónico temporal que después fue revocada. Nunca recibió compensación monetaria alguna de Telegram y nunca firmó ningún contrato con nosotros”. El profesor de la UNED y la London School of Economics José Javier Olivas-Osuna, especialista en populismo, secesionismo y Bexit, se ha dirigido a la Universidad de Toronto para preguntar si se ha vulnerado el código ético de la institución en la contratación de Campo por Citizen Lab.

Elies Campo, admirador del ex-presidente de la Generalitat Carles Puigdemont e independentista declarado, es uno de los ocho firmantes del artículo que publicó Citizen Lab el 18 de abril bajo el título “Catalangate. Amplia operación de software espía mercenario contra catalanes utilizando Pegasus y Candiru”. Citizen Lab asegura en este informe que los teléfonos móviles o dispositivos electrónicos de 65 independentistas catalanes han sido atacados o infectados con programas de espionaje. Campo, citado 10 veces en este artículo, aparece también como víctima del espionaje y se le presenta como ex-trabajador del departamento de Crecimiento, Desarrollo de Negocios y Partenariado de Telegram Messenger. La cuestión que quisiera aclarar ahora el profesor Olivas-Osuna es qué medidas piensan adoptar los responsables de Citizen Lab y de la Universidad de Toronto al saber que Campo les ha mentido en su currículo laboral.

El 26 de abril, Olivas-Osuna envió a la responsable de la Junta de Investigación Ética del área de Educación, Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad de Toronto, Margaret Kathleen Pichora-Fuller, un correo electrónico donde le planteaba una serie de preguntas sobre el contrato de Elies Campo y su función en Citizen Lab. “¿Elies Campo incurre en algún conflicto de intereses para el Comité de Ética de la Investigación de la Universidad de Toronto?”, “¿Permite el código de ética en la investigación de la Universidad que investigadores externos sin afiliación ni vinculación contractual hagan investigaciones en nombre de sus institutos de investigación?”, “¿Cómo se financió el trabajo de campo en Cataluña? ¿Fue financiado por Citizen Lab o por alguna otra organización pública o privada externa?”, “¿El Comité de Ética en la investigación considera aceptable que partidos políticos y activistas políticos directamente relacionados con una investigación participen activamente y den forma al proceso de trabajo de campo, redacción y publicación de los informes escritos en la Universidad de Toronto?”, son algunas de las cuestiones que ha planteado el profesor de la London School of Economics.

Pichora-Fuller contestó tres días después de forma escueta: «El protocolo que cubre el estudio descrito fue revisado y aprobado por el Consejo de Ética de Investigación en Ciencias Sociales, Humanidades y Educación de la Universidad de Toronto». Olivas-Osuna no tuvo suficiente, claro está, y le envió otro mail el mismo día preguntándole si se podría conocer la fecha de la aprobación del proyecto, cuándo se hizo, qué período de tiempo cubrió y si en el protocolo se mencionaba la labor de Elies Campo como coordinador de divulgación y trabajo de campo.

Elies Campo ha pasado de ser un héroe para los independentistas a convertirse en un problema para la campaña del Catalangate, que habían preparado con todo tipo de detalles meses antes de que Citizen Lab publicara el informe. La presidenta de la Assemblea Nacional Catalana, Elisenda Paluzié, dijo públicamente que sin Elies Campo no hubiera sido posible el Catalangate. En el programa FAQS de TV3 le entrevistaron durante una hora el 23 de abril. El problema, aparte de los independentistas, lo tienen ahora también en la Universidad de Toronto.

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