El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha manifestado este viernes que la relación con el Ejecutivo de Pedro Sánchez está «degradada», y ha advertido de que esto podría tener consecuencias para la legislatura del Gobierno central. En una entrevista en Catalunya Ràdio, Aragonès ha afirmado que «la confianza está rota, a cero«, y ha considerado que la actuación del Ejecutivo español «aleja las posibilidades de estabilidad de la legislatura».
Sin embargo, el presidente catalán ha asegurado que no abandonarán el proceso de negociación: «No les haré el regalo de levantarme de la mesa de diálogo, no me expulsarán del compromiso con la negociación, pero es necesario que se restauren las condiciones para que avance». Aragonès ha reconocido que lleva semanas sin hablar con el presidente Sánchez, a quien ha pedido que explique quién ordenó espiarle con autorización judicial.
«Necesitamos saber quién dio la orden de espiarnos. Yo quiero ver lo que ayer vieron los miembros de la comisión de secretos«, ha manifestado Aragonès, quien también ha exigido que se desclasifique la información que se trató el jueves en dicha comisión «para ejercer su derecho de defensa». A su juicio, «da la sensación de que el CNI actúa sin control».
El presidente de la Generalitat ha considerado que con el espionaje se les «equipara a yihadistas» y se ha preguntado si hoy en día le siguen espiando «por independentista». «En una democracia no se espían las demás opciones políticas», ha aseverado Aragonès, que ha vuelto a pedir que se asuman responsabilidades políticas.
