Los exconsejeros de Cultura Santi Vila y Lluís Puig no serán juzgados hasta el próximo otoño por el asunto del traslado a Aragón de las obras de arte del monasterio de Sigena porque la justicia belga no había informado a Puig del inicio de la vista oral.
La magistrada del Juzgado de lo Penal número 1 de Huesca, que descartó semanas atrás la videoconferencia, ha suspendido el juicio, que debía celebrarse este miércoles, y ha fijado el 5 de octubre como la nueva fecha de la vista oral, en la que Vila i Puig afrontarán acusaciones de desobediencia reiterada a las órdenes de la justicia de devolver a Aragón las obras de arte del monasterio de Sijena.
Fuentes judiciales citadas por la agencia EFE indican que la suspensión y el aplazamiento se han decidido para evitar que Puig, que se estableció en Bélgica para evitar la acción de la justicia española en la causa principal sobre el procés independentista, pueda acudir al Tribunal Constitucional o a la justicia europea aduciendo una violación de sus derechos, ante la posibilidad de que un recurso como este pudiera anular el procedimiento del juzgado de Huesca.
En esta causa, la Fiscalía pide multas de 6.000 euros para los dos exconsejeros y que indemnicen a Aragón por los gastos del traslado de las obras de arte de Lleida a Sigena, que finalmente se efectuó durante el período de intervención del gobierno español a la Generalitat por la vía del artículo 155 de la Constitución.
Por su parte, el abogado Jorge Español, que ejerce la acusación particular, reclama multas de 99.000 euros en Vila y de 66.000 en Puig, y el Ayuntamiento de Villanueva de Sigena pide 11 meses de prisión y una multa de 162.000 para Vila, y dos años de inhabilitación y 99.000 euros de multa para Puig.
A diferencia de Vila, que depositó las escrituras de su piso como aval de la fianza de 216.000 euros que le impuso el juez en ese litigio, Puig recibió el importe de su fianza, de 88.000 euros, de la caja de resistencia organizada por el independentismo.