Vicent Sanchis ha encajado mal su destitución como director de TV3 por parte de la nueva dirección de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA). En las primeras entrevistas que ha concedido después de dejar el despacho de Sant Joan Despí, se ha mostrado malhumorado y rabioso por esta decisión. Confiaba en mantenerse al frente de TV3 hasta que se nombrase a su sustituto definitivo. Este nombramiento llegará después de que se celebre un concurso que se puso en marcha el mismo día del cese de Sanchis, el pasado 27 de abril. El consejo de gobierno de la CCMA ha decidido que mientras no se cubra el cargo de director de TV3 de forma definitiva, Sigfrid Gras, que ha sido adjunto a la dirección en los últimos años, ocupe el puesto que ha quedado vacante.
Este domingo 1 de mayo, en una entrevista en el diario ARA, Sanchis hablaba así de su cese: “Hay una gente que tiene unas ganas de revancha que no entiendo (…). Deberían ser más generosos, seguir la ley que hemos aprobado y estar más tranquilos. Y si ahora tocaba seguir tres meses más con las direcciones que había de TV3 y Catalunya Ràdio, pues hacerlo Pero, vaya, es anecdótico”. Y cuando el periodista que le hizo la entrevista, Àlex Gutiérrez, le pregunta a quién se refiere cuando habla de ‘revancha’, Sanchis contesta: “Lo tienen que decir ellos. Yo sólo lo constato (…). Si hay siete miembros en el nuevo consejo de gobierno, al menos una mayoría de cinco están de acuerdo en este acto de venganza absurdo, infantiloide y triste”.
Tres días antes, se había expresado de forma parecida en el programa El món a RAC1, entrevistado por Jordi Basté. “Las formas no han sido las que pudieron ser. No te puedes inventar a medio camino las reglas. Lo normal es esperar a que pase el concurso”, afirmó en esta conversación.
La reacción de las redacciones de TV3 y Catalunya Ràdio ante la marcha de sus directores ha sido diametralmente opuesta. Sanchis se fue sin despedirse en la redacción de la televisión pública. Envió un correo electrónico a los trabajadores de la casa: «Como cinco años son un período largo, por prudencia este texto debe ser necesariamente corto. Sólo quiero agradeceos vuestro trabajo, vuestro esfuerzo y vuestra compañía todo este tiempo. Me he sentido mejor que en casa. Con una gente audaz, profesional y magnífica. Sin excepciones. Hemos pasado momentos muy duros y difíciles. Los habéis hecho amables y fáciles. Incluso en los peores trances. Sois lo mejor y hoy lo digo de todo corazón, porque el corazón está para las ocasiones. Si somos líderes ha sido porque vosotros sois los líderes. Y si hemos hecho una gran televisión pública, es porque sois grandes. Nos reencontraremos en otros espacios y trincheras. Mucha suerte. ¡El acierto, lo ponéis siempre vosotros! Afectuosamente. Cualquier cosa, ¡silbad!». La frialdad de la respuesta de los redactores induce a pensar que silbarán poco.
Por el contrario, la redacción de informativos de Catalunya Ràdio organizó una despedida cálida a su director, Saül Gordillo. Gordillo ha manifestado en Twitter su satisfacción por que le sustituya el hasta ahora adjunto a su dirección, Jordi Borda. Sanchis no tiene perfil propio en Twitter. Quizás se lo cree ahora porque se ha amenazando: “Hasta ahora me disparaban y yo disparaba poquito y en genérico… Pero ahora si alguien me dispara trataré de dispararle también y de pasárnoslo bien todos juntos”. El ex director de TV3 tiene una manera curiosa de pasárselo bien.
