¿El Catalangate es 100% verídico? Expertos internacionales en criptología han criticado la veracidad del informe de Citizen Lab, en el que se denuncia el supuesto espionaje a más de 60 políticos independentistas y miembros de la sociedad civil de Catalunya mediante el programa de vigilancia Pegasus.
El estadounidense Jonathan Scott, fundador de la empresa Haktree y experto en pirateo de dispositivos con conexión a Internet, ha puesto en duda el informe del laboratorio. “Me alegra que la gente por fin empieza a cuestionar a Citizen Lab y las tonterías que está soltando. Necesitamos dejar de propagar miedo, incertidumbre y duda y detener las muestras de spyware. Durante 11 años, el público no ha tenido una sola prueba de spyware de Pegasus por parte de Citizen Lab”, ha asegurado Scott, respondiendo al hilo publicado en la red social por el español José Javier Olivas, investigador del Departamento de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).
Olivas se ha cuestionado si Elies Campo, el ingeniero de telecomunicaciones vinculado con el independentismo catalán, ha tergiversado deliberadamente el informe de Citizen Lab que reveló el supuesto espionaje: “¿Podría Campo u otro miembro del equipo de Tecnología de la Información detrás de Tsunami Democràtic haber fabricado algunas infecciones?”. El ingeniero ha argumentado su duda en el concepto de falso positivo: aunque lo parezca, el teléfono móvil analizado no ha sido hackeado para ser espiado.
I’m glad people are finally starting to question @citizenlab and the nonsense they are releasing. We need to stop spreading FUD and stop gatekeeping spyware samples. For 11 years the public has not had 1 single Pegasus spyware sample from @citizenlab https://t.co/9vf7YWNM7F
— Jonathan Scott (@jonathandata1) April 29, 2022
¿Cómo funciona Pegasus?
Pegasus es un programa que utilizan fundamentalmente Gobiernos y autoridades autorizadas para entrar en los dispositivos e instalar módulos en la memoria interna del teléfono para espiar a sus víctimas. Se puede introducir mediante WhatsApp, Facebook, SMS y llamadas.
Dentro del dispositivo, el ‘software’ israelí rastrea todos los datos de la víctima (los confidenciales incluidos). Puede rastrear los mensajes de casi todas las aplicaciones de un smartphone, utilizar la grabadora, hacer capturas de pantalla e incluso rastrear la ubicación del dueño del dispositivo y saber con qué personas se ha reunido.
Este spyware no deja rastro de su actividad. Se oculta en la memoria temporal del dispositivo para que el usuario no pueda identificarlo ni durante ni después de su ciberataque. Cuando el teléfono se apaga, Pegasus desaparece sin dejar rastro. Lo único que el usuario puede notar en su dispositivo, y que se puede deber a otros motivos, es que su procesador va más lento, que consume más batería y que algunos datos han desaparecido sin que los haya borrado él mismo.
El laboratorio de Elies Campo
Citizen Lab fue fundado en el 2001 por Ronald Deibert, profesor de ciencias políticas, filósofo y docente de relaciones internacionales en la Universidad de Toronto. La Fundación Ford le contactó para ofrecerle un proyecto “contraespionaje a favor de la sociedad civil global”. La idea fue puesta en marcha en la universidad con la beca inicial de la fundación de 250.000 dólares.
El laboratorio se declara “independiente de intereses gubernamentales y corporativos” y ha recibido fondos de las fundaciones Open Society de George Soros, la Fundación Hewlett, el Consejo de Investigación de Ciencias Sociales y Humanidades de Canadá y el Centro de Investigación para el Desarrollo Internacional canadiense, entre otros.
En la actualidad, 25 investigadores trabajan a tiempo completo, expertos que “podrían ganar cinco o seis veces más en el sector privado”, ha explicado Deibert en una entrevista en AP. También tiene los servicios de cerca de media docena de asociados y académicos. Elies Campo Cid, que redactó el informe del Catalangate, se encuentra en la última categoría mencionada.
