El gobierno de la Generalitat de Cataluña considera que ahora no se da ninguna condición para que se reanude la mesa de diálogo con el gobierno español, una reunión que el ejecutivo que encabeza Pere Aragonès ha decidido aparcar hasta que considere aclarado el caso Pegasus, de ciberespionaje a dirigentes independentistas atribuido al CNI por una investigación de Citizen Lab.
La portavoz del gobierno catalán, Patrícia Plaja, ha anunciado que el ejecutivo catalán restringe al máximo las relaciones con el ejecutivo que preside Pedro Sánchez en una comparecencia en la que también ha reclamado que se depuren responsabilidades y, en particular, que se presenten dimisiones. Además, ha manifestado la intención del gobierno catalán de emprender acciones legales «a todos los niveles y a todas las instancias».
El gobierno de Aragonès juzga insuficiente la respuesta de Sánchez al caso Pegasus, al considerar que no ha ofrecido ninguna explicación que justifique «unos hechos tan graves», y que «pone gravemente en peligro la confianza» entre los dos ejecutivos.