Ninguno. Aparte de la presentadora, Cristina Puig, cinco periodistas participaron en la ronda de preguntas al artífice de lo que la Assemblea Nacional Catalana, Òmnium Cultural y Citizenlab han bautizado como Catalangate. Fueron Xabier Lapitz, de Euskal Telebista-2, Sara González, de Nació Digital, Quico Sallés, de El Món, Iva Anguera, de El Independiente, y Àlex Cubero, de la agencia EFE y colaborador de Els matins, de TV3.
Ninguno de estos periodistas consideró necesario preguntarle a Elies Campo si no cree que el hecho de que sea un independentista convencido, que llevó una urna a un colegio electoral para el referéndum del 1 de octubre del 2017 y que haya declarado en Twitter su admiración por Carles Puigdemont desvirtúa la credibilidad de su informe.
Sólo uno de ellos hizo una pregunta que hizo zozobrar el argumentario del montaje del Catalangate, organizado por la Assemblea Nacional Catalana, Òmnium Cutural, ERC, JxCat y la CUP. Fue Iva Anguera, quien preguntó a Campo si el sistema Pegasus utilizado para infectar supuestamente los teléfonos de unos sesenta independentistas podían adquirirlo administraciones o empresas que no estén vinculadas al gobierno español. El coordinador de la investigación del Catalangate dijo que en el futuro quizás sí pero que, por ahora, no tiene constancia de que haya empresas o individuos que utilicen Pegasus con intereses comerciales o particulares. Un redactor del FAQS explicó con todo tipo de detalles cómo funciona el servicio de inteligencia del gobierno español, CNI, por si a alguien no le quedaba claro quiénes creen en este programa que es el culpable del espionaje.
Hay preguntas que en TV3 no se pueden hacer.
