Elecciones Francia: Macron, reelegido presidente tras derrotar claramente a Le Pen

El líder de la República En Marcha ha obtenido el 58'5% de los votos en la segunda vuelta de los comicios y la ultraderechista ha conseguido los mejores resultados de la historia para la extrema derecha con el 41'5% de apoyos

Emmanuel Macron, presidente de la República Francesa
Emmanuel Macron, presidente de la República Francesa.

Las llaves del Elíseo ya tienen dueño. Emmanuel Macron no tendrá que mudarse. El líder de La República En Marcha seguirá siendo el presidente de la República Francesa gracias al 58’5% de los votos en la segunda vuelta de las elecciones de Francia. La “preferencia nacional” de la ultraderechista Marine Le Pen ha sido derrotada hoy, domingo 24 de abril, pero ha conseguido el mejor resultado de la historia de la extrema derecha. Se ha quedado a menos de diez puntos con el 41’5% del apoyo de los ciudadanos de la segunda economía más grande de la Unión Europea.

Aunque sea con el “presidente de los ricos” en el poder, se ha hecho realidad el deseo de la Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon (7’7 millones de votos, el 21’95%, en la primera vuelta) y de las 22.000 personas que se manifestaron el sábado 16 de abril por toda la República Francesa con el eslogan “Ni un voto para Le Pen”.

La Unión Europea y la OTAN también respiran aliviadas. La extrema derecha dejará de amenazar el ‘statu quo’ de los Veintisiete y de la agrupación militar internacional al menos hasta las próximas elecciones presidenciales.

El miedo al contrario se ha convertido en el eje vertebrador de los comicios. Según un sondeo del Instituto Odoxa de esta semana, el 41% de los electores iba a votar para bloquear al candidato rival.

Reelección histórica

El 7 de mayo del 2017 Macron hizo historia convirtiéndose en el presidente más joven de Francia con 39 años y medio y destronando del récord por unos meses a Napoleón Bonaparte. Ahora con 44 años, se ha erigido en el primer presidente reelegido por los franceses en los últimos 20 años tras el triunfo del expresidente Jacques Chirac en el 2002. Ni Nicolas Sarkozy ni François Hollande han podido materializar el hito histórico del líder socioliberal.

El camino hacia la presidencia no ha sido sencillo. En el 2012 ocupó el puesto de secretario general adjunto de la presidencia de Hollande, en el 2014 se convirtió en ministro de Economía y Hacienda y renunció en el 2016 para presentarse como candidato a presidente.

En su primera legislatura, Macron ha cumplido algunas de sus promesas, como la reforma del código laboral, que permitió renovar el diálogo social en las empresas. Ha flexibilizado las regulaciones para contratar y despedir empleados, ha reducido impuestos, ha impulsado reformas educativas y ha aprobado leyes de seguridad para combatir el terrorismo.

Los opositores recriminan que haya abandonado dos de sus promesas estrella: reformar el sistema de pensiones y las instituciones del país. Sin embargo, en su mandato el desempleo se ha reducido desde el 10% hasta el 7’4%. Le ha faltado poco para cumplir su promesa de disminuirlo por debajo del 7%.

La figura del presidente francés se ha ido debilitando por las múltiples crisis que ha tenido que afrontar durante su quinquenio. Una de las más graves fue “l’Affaire Benalla” a mediados del 2018, el caso judicial que implicó a Alexandre Benalla, el responsable de seguridad del presidente, acusado de violentar a dos personas y usurpar la función policial.

Ese mismo año, sacudieron su legislatura los chalecos amarillos, movimiento social que realizó protestas multitudinarias y violentas tras el anuncio del ejecutivo de subir los impuestos a los carburantes. En los últimos años, su popularidad se ha desgastado por la gestión de la pandemia del Covid-19 y por su rol de mediador en la Guerra de Ucrania, que se inició el 24 de febrero del 2022 y que sigue sin ver el horizonte de su final.

Pleno empleo y gasto militar

Macron ha cambiado la promesa de modernizar Francia por el objetivo del pleno empleo dentro de cinco años y un recorte de impuestos de 15.000 millones de euros al año para los hogares y las empresas. Esta rebaja se financiará con el aumento gradual de la edad de jubilación de los 62 a los 65 años.

El presidente francés ha asegurado que aumentará el gasto militar y que duplicará el número de reservistas para reforzar las fuerzas de combate francesas y europeas. También creará seis reactores nucleares, reforzará la independencia agraria del país y reclutará a “1.500 ciberpolicías” contra la delincuencia cibernética.

Una de las medidas principales que ha planteado ha sido la eliminación de los “engorrosos trámites” para las solicitudes de asilo. A quienes se les deniegue la petición se les obligará a abandonar el territorio francés.

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