La detención del presunto agresor que violó e hirió gravemente a una chica de 16 años en Igualada, la noche de la Castañada, ha destapado más casos escabrosos perpetrados por él mismo. El acusado, que tiene ahora 21 años, habría abusado sexualmente tiempo atrás de su hermana, de sólo 7 años. Un caso que la niña acabó contando en casa y que su madre denunció a la policía. Luego, le echó de la casa donde vivían juntos y le advirtió que no quería volver a verlo nunca más.
Éste es uno de los dos antecedentes que la policía tenía del sospechoso. El otro, una denuncia de una antigua pareja del joven por malos tratos. Justamente, estos dos elementos fueron clave para que la policía lo encontrara.
La Unidad Central de Agresiones Sexuales, que ha estado realizando la investigación, estuvo meses analizando todos los perfiles de individuos con antecedentes sexuales en la zona. Esto, después de descartar que el agresor fuera alguna de las personas que habían estado esa noche en la misma discoteca donde había salido de fiesta la chica. Todos tenían coartada, también el chico con el que había quedado esa noche.
Los agentes descifraron el teléfono móvil del detenido y lograron situar al aparato en el polígono de la discoteca de Igualada la madrugada de los hechos. Al parecer, había estado participando en alguna botellón durante la noche sin llegar a entrar en el local, y al final se encontró a la chica de madrugada cuando ella iba sola hacia la estación de tren de Igualada para regresar a su casa.
El detenido ha pasado la primera noche en el calabozo de la comisaría de la ciudad. Este mismo viernes le interrogarán y mañana pasará a manos del juez. No se descarta que se le acuse no sólo de la brutal agresión sexual, sino también de un intento de asesinato.
