Junts mantiene discrepancias sobre cuál ha de ser la reacción del independentismo, y del gobierno catalán en particular, en el caso de ciberespionaje a figuras del movimiento que una investigación de Citizen Lab publicada por The New Yorker atribuye a España.
El vicepresidente de la Generalitat, Jordi Puigneró, se ha posicionado en contra de dos de las medidas propuestas este jueves por la presidenta del Parlamento catalán, Laura Borràs. Mientras que Borràs ha abogado por una ruptura de relaciones entre la Generalitat y el gobierno central, que afecte a la candidatura para organizar los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030, y por que su partido, Junts, rompa con el PSC en la Diputación de Barcelona, Puigneró ha marcado distancias respecto a estos planteamientos.
El vicepresidente catalán ha manifestado, en declaraciones a RAC1, que «hay que diferenciar el ámbito municipal del nacional». Además, ha considerado que acuerdos como el que fundamenta la candidatura para albergar los Juegos de Invierno deben «respetarse».
Aunque ha evitado reclamar dimisiones al gobierno de España, ha dicho que quieren saber «si Pedro Sánchez es la X de Pegasus», y ha considerado que la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, debería investigar quién espió los teléfonos móviles de algunos diputados de la cámara.
En cuanto a la mesa de diálogo, que Borràs sostiene que el gobierno catalán debe abandonar, Puigneró ha respondido que se hace «muy difícil» mantener relaciones políticas «si en el otro lado de la mesa te están espiando».