El congreso que celebrará JxCat en junio es la próxima gran cita de la política catalana. La retirada por sorpresa del secretario general, Jordi Sànchez, ha abierto un melón delicado. El liderazgo de JxCat queda libre y las diferentes facciones del partido ponen en marcha la maquinaria. Fuentes de la formación aseguran que el ex consejero Jordi Turull es quien tiene más posibilidades de hacerse con la secretaría general.
Pero si esto es así, la presidenta del Parlamento de Cataluña, Laura Borràs, y los suyos quedarían medio relegados. Es por eso que los de Borràs están presionando al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont para que abandone la presidencia –simbólica- de JxCat para centrarse en el Consejo por la República, cosa que permitiría a Laura Borràs optar a este cargo y seguir entre los líderes.
En este contexto, el expresidente catalán Carles Puigdemont fue entronizado recientemente como presidente del Consell por la República. Ninguna sorpresa. Pero fuentes próximas a Puigdemont dicen que está decepcionado por la escasa implicación en el proceso interno y en el poco interés a potenciar el ente que ha visto en ERC, la CUP o entidades más allá de la ANC. Según parece, alerta del peligro de perder la visión transversal si esto no se corrige pronto.
