La pandemia ha acelerado la pérdida de religiosidad

Por primera vez, los menores de 34 años ateos y agnósticos son mayoría, según un informe de la Fundación Ferrer i Guàrdia

La pandemia de la Covid-19 ha acelerado la pérdida de religiosidad de la sociedad española. Los ciudadanos no creyentes representan ahora un 37,1% de esta sociedad, casi diez puntos más que en 2019, el año anterior al estallido de la pandemia, cuando representaban un 27,5%. Un 61,2% de los españoles y españolas cree en alguna religión mientras que un 1,6% prefiere no definirse. Así lo recoge el informe anual “Laicidad en cifras” que realiza la Fundación Ferrer i Guàrdia, en su edición correspondiente a 2021.

Los jóvenes son cada vez menos creyentes. Por primera vez en el registro histórico, la mayoría de jóvenes menores de 34 años son ateos o agnósticos. Un 56,2% lo son. Este porcentaje es aún mayor si sólo se analiza la franja de edad entre los 18 y los 24 años. En esa franja, el 63,5% de los jóvenes no creen en ninguna fe religiosa. La franja en la que los no creyentes tienen una presencia menor es la que va de los 65 años en adelante, donde representan un 21,2% del total.

El informe de la Fundación Ferrer i Guàrdia también detecta que el número de personas que practican los ritos religiosos ha disminuido en estos años de pandemia. Sólo uno de cada cinco ciudadanos se considera practicante de alguna religión. Otros datos incluidos en este estudio son que, con los últimos datos de que se disponen, correspondientes al año 2018, sólo 3 de cada 10 contribuyentes financian a la Iglesia católica con su asignación del IRPF, y que en el curso 2018-2019 el porcentaje de estudiantes de Primaria que cursaron asignaturas alternativas a la Religión aumentó hasta el 36,1%. Este porcentaje fue en Cataluña del 58,4%, sólo por debajo de País Vasco, donde fue 59,7%.

La Fundació Ferrer i Guàrdia también ha analizado la evolución de los matrimonios civiles y religiosos. En 2020, los matrimonios religiosos alcanzaron su mínimo histórico. Sólo 1 de cada 10 españoles y españolas se casaron por la Iglesia. A partir de 2008, en España hay más bodas civiles que religiosas. En los últimos 30 años, los matrimonios civiles han pasado del 20,6% al 89,5%.

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