Así le ‘robaron’ al Barça el fichaje de Brahim Díaz

Jaume Roures, Ferran Soriano y el clan Guardiola movieron una cantidad indecente de dinero en comisiones pagadas por el City que, además, arruinaron la carrera de una gran promesa

Brahim Díaz, jugador del AC Milan
Brahim Díaz, jugador del AC Milan.

El hermano de Josep Guardiola, Pere Guardiola, agente de futbolistas asociado a Jaume Roures hace algún tiempo y también al servicio del Manchester City, participó en el traspaso de la joven promesa del fútbol español, Brahim Díaz, del Málaga al City en una operación absolutamente irregular, oscura y muy enrevesada que tenía como principal objetivo, al margen de cobrar sustanciosas comisiones, arrebatarle esa promesa al FC Barcelona, el club que tenía más avanzado su fichaje respetando las reglas del juego de la FIFA y la normativa específica del momento sobre los movimientos entre clubs de jugadores menores de edad.

En la escandalosa operación, el empresario de Mediapro, Jaume Roures, anticipó el pago a cuenta de los derechos de formación, según ha destapado la revista alemana Der Spiegel, citando y mostrando documentos, contratos y emails facilitados por Football Leaks.

En España, esta información ha sido difundida por Infolibre, un portal miembro de la red European Investigative Collaborations (EIC), aunque por la naturaleza de los secretos revelados y el calibre de las incidencias y actuaciones apenas ha tenido eco ni divulgación, confirmando el enorme poder de control de Mediapro y del clan Guardiola sobre los medios de comunicación.

También el director general del Manchester City, Ferran Soriano, sigue silenciando desde Inglaterra a la mayoría de medios catalanes que, en su día, no informaron de sus atrocidades contables y ejecutivas en el FC Barcelona, ni más tarde tampoco en la plena responsabilidad del hundimiento y liquidación de Spanair.

En su momento, Der Spiegel ya informó (2019) sobre el pago de comisiones ocultas que el ManCity pagó al agente del inglés Jadon Sancho, que entonces sólo tenía 14 años. Ahora se ha descubierto que para fichar en 2013 al español Brahim Díaz, también de 14 años, desde Abu Dhabi se preparó un contrato con la agencia del representante del jugador, Pere Guardiola, hermano de Pep Guardiola, que en 2016 llegaría al banquillo del City.

El club inglés entrenó a Brahim en su academia durante dos años, antes de registrarlo oficialmente en Inglaterra. Los plazos sugieren que era un fichaje preparado para cuando el ex-técnico del Barça, por aquel entonces en el Bayern Munich, aterrizara en Etihad Stadium. O sea, que ya tenía su visto bueno y la convicción de que no iba a renovar con el equipo bávaro al finalizar su contrato.

Aunque el hecho de que Guardiola era su agente era público, como consta también en los correos internos que se cruzan los empleados del Manchester City, la empresa Abu Dhabi United Group Investment & Development (ADUG) le encomendó que velara al mismo tiempo por los intereses del club: debía ayudar al City a “convencer al jugador y a sus tutores legales para que acepten los términos contractuales propuestos por el club”. Y, en el caso de que Brahim terminara firmando un contrato profesional con el ManCity, ADUG debía pagar 420.000 libras al agente.

ADUG es propiedad del jeque Mansur Bin Zayed Al Nahyan -miembro de la familia gobernante de Abu Dhabi- que también fue la poseedora del Manchester City desde 2008, hasta que fue sustituida por otra empresa del jeque el año pasado. Aunque desde el emirato y desde el City se ha negado esta vinculación, la investigación de Football Leaks revela ahora que los pagos de ADUG al club se autorizaron en una agencia gubernamental de Abu Dhabi, la Autoridad de Asuntos Ejecutivos (EAA), responsable de proporcionar asesoramiento estratégico al emirato y de gestionar las cuentas de ADUG. Los documentos internos así lo indican.

El presidente de la agencia, Jaldun Al Mubarak, primer ministro de facto de Abu Dhabi, dirige el fondo de inversión estatal y es también presidente del Manchester City. Según los documentos de la investigación, Al Mubarak aprobó los flujos de dinero que eran encauzados por el Gobierno y acababan en las cuentas del club de fútbol. Además, las solicitudes de pago de las comisiones de los agentes se enviaron al director jurídico de la EAA y una factura a Etisalat, una empresa pública emiratí que patrocina al equipo, fue enviada por el ManCity a Omar Awad, director financiero de la agencia gubernamental. Ni el Manchester City ni los responsables de EAA han querido responder a las preguntas de Der Spiegel.

¿Por qué ADUG pagó la comisión al agente del jugador en lugar de hacerlo el club? Tanto entonces como ahora se trata de una clara violación de las reglas de la Asociación de Fútbol de Inglaterra, pues sólo el club está autorizado a pagar a los representantes de los jugadores.

Los correos electrónicos del club muestran que ADUG también pagó otros gastos del traspaso de Brahim Díaz, pero de forma opaca. Según revelan los documentos, la empresa del jeque abonó al del Málaga, el club donde se formó el joven futbolista, unos honorarios por formación de 360.000 euros a través de una tercera empresa, el grupo audiovisual Mediapro.

Luego, ésta remitió la suma al Málaga CF. Y otra pregunta: ¿Qué tiene que ver el grupo de Jaume Roures en el traspaso de un juvenil de 14 años? La empresa de representación de jugadores de Pere Guardiola, Media Base Sports, formaba parte entonces de la corporación de Madiapro.

El 28 de noviembre de 2013, el Málaga CF y Mediapro, representada por Jaume Roures, firmaron un contrato por el que esta empresa se comprometió a pagar 360.000 euros al club “por nombre y por cuenta del Manchester City”, como adelanto de una indemnización por la formación.

Aunque se trata de una práctica habitual cuando se traspasa a un jugador desde un equipo juvenil, el Manchester City había transferido a Brahim cuando no era posible, pues esa cantidad debería ser abonada sólo cuando el jugador fuera contratado por el Manchester City al cumplir los 16 años, en 2015.

Por tanto, Mediapro le estaba ofreciendo, pagando, mejor dicho, un anticipo. En el documento, Mediapro “comunica” al Málaga CF “el interés del Manchester City por contratar los servicios del jugador” una vez que éste cumpla los 16 años, así como “la voluntad” del club inglés de “pagar por adelantado la indemnización por formación”.

Si el Málaga se hubiera desentendido del acuerdo, Mediapro descontaría la cantidad de los derechos televisivos, en virtud del acuerdo de cesión firmado con la empresa de Roures en marzo de 2013. Mediapro también es el socio exclusivo de City TV, la televisión del club inglés.

En la misma fecha, los padres del jugador, argumentando que querían marcharse a vivir fuera de España “por motivos personales y laborales”, solicitan la resolución del contrato con el Málaga como futbolista de los equipos infantil o cadete, aunque acuerdan que siga inscrito en la federación española para poder ser seleccionable en el futuro.

Unos días más tarde, el 2 de diciembre, los padres de Brahim firman un tercer contrato. Éste es con Media Base Sports. En concreto, con Jaume Roures, Pere Guardiola y el abogado David Sánchez, también de la misma agencia de jugadores.

Es un acuerdo por dos años, que garantiza a Media Base Sports un 10% del importe bruto de todo lo que cobre Brahim Díaz por conceptos deportivos, como un traspaso o renovación, y un 20% más por los no deportivos, desde los contratos publicitarios y de patrocinio hasta los que pudiera suscribir con medios de comunicación.

Pese a que Media Base es el representante del futbolista, las comisiones se las deben pagar las empresas con las que contrate el jugador, no éste, su cliente. Y si Brahim Díaz incumple la exclusividad que suscribe en este contrato, sus padres deberán pagar a Media Base una penalización de 500.000 euros. Si incumple cualquier otra condición del documento, tendrá que abonarle 100.000 euros más. Estos tres documentos fueron firmados en Barcelona, donde tiene su sede Mediapro.

En diciembre de ese año, según los documentos de Football Leaks, Brahim Díaz ya pasa 15 días en Manchester. En febrero de 2014, los correos del Manchester muestran que el club inglés está buscando colegio a las hermanas de Brahim y gestionando la apertura de cuentas bancarias para que sus padres paguen el agua y los impuestos municipales, comprándoles muebles para su nueva casa e incluso un coche. También están ayudando al padre a conseguir su número de la Seguridad Social.

En abril, un empleado del club explica en otro correo que, como no se le puede registrar hasta que cumpla 16 años, Brahim seguirá inscrito como jugador del Málaga CF, pese a que ya está en el Manchester. En junio, los padres de Brahim, su agente y el ManCity han firmado todos los contratos necesarios, entre ellos la beca que disfrutará hasta los 16 años y un acuerdo de representación con Media Base Sports.

El abogado de Media Base precisa que los documentos han sido suscritos tanto por el club inglés como “por su accionista”. Y pide que se pague a la agencia de representación 290.000 euros más el IVA.

Como todo lo antedicho no era de dominio público, cuando el ManCity inscribió a Brahim tanto en la Federación Inglesa como en la FIFA certificó que no había usado los servicios de ningún intermediario, que no había ningún agente implicado. Y cuando la FIFA investigó y preguntó al Manchester City por el fichaje del menor, el club respondió que el español había jugado tres partidos amistosos en Catar y Galway (Irlanda) con el consentimiento del Málaga; es decir, antes de que estuviera inscrito como jugador del ManCity.

Brahim Díaz tiene ahora 22 años. En 2019 fue fichado por el Real Madrid, con quien tiene contrato hasta 2025. Pero juega cedido en el AC Milan desde 2021. Y Pere Guardiola ya no es su agente, lo cambió por su padre en agosto de 2019. Ni los clubes, ni Mediapro ni Pere Guardiola han respondido a las preguntas que sobre este fichaje le ha enviado Der Spiegel sobre estos hechos contrastados documentalmente gracias a Football Leaks.

Además de entrometerse en un fichaje que el FC Barcelona tenía muy avanzado, las cantidades puestas en juego por el City, intermediando Mediapro para ocultarle a la FIFA sus tejemanejes, abortaron la operación, de un modo perjudicial para el futbolista, que no pudo seguir compitiendo oficialmente ni en un lado ni en otro, hasta que finalmente fue traspasado al Real Madrid.

Mientras haya jeques dispuestos a no regatear dinero en operaciones ruinosas diseñadas por Ferran Soriano, Mediapro de por medio y el clan Guardiola, habrá más casos como el de Brahim con comisiones exageradas y salvajes para los intermediarios.

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