El expresidente catalán Quim Torra ha defendido la inocencia de su exconsejera y actual presidenta del Parlamento de Cataluña, Laura Borràs, que afronta la posibilidad de ser juzgada por el presunto fraccionamiento de contratos de la Institución de las Letras Catalanas (ILC).
En una entrevista concedida a Nació Digital, preguntado sobre que el actual presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, haya definido el caso que afecta a Borràs como de “presunta corrupción”, Torra ha destacado que el trabajo de la presidenta de la cámara catalana al frente del ILC fue «excelente» y «honorable», y también ha añadido que su trayectoria académica es «impecable», por lo que ha afirmado que «pongo las dos manos en el fuego por Laura Borràs».
Sobre el actual gobierno catalán, ha manifestado que «no tiene una hoja de ruta independentista«, y ha lamentado que «el mientras tanto, la gestión no puede ser la política de un gobierno independentista», si bien también ha reconocido que, por su parte, «estuve horas y horas intentando llegar a esta hoja de ruta y no lo conseguimos». De Oriol Junqueras ha dicho que «me gustaba más el de antes», en referencia a declaraciones del líder de ERC como «España te engañará siempre» y «dadme 68 diputados [y declararé la independencia]».
Por otra parte, en la misma entrevista, se ha negado a responder a las declaraciones con las que Jordi Sànchez afirmó, la semana pasada, que ofreció a Torra la presidencia de la ANC, que no la aceptó y que le correspondería a el expresidente de la Generalitat explicar el motivo.
En cambio, en respuesta a que el presidente Aragonès recordara que durante la presidencia de Torra se cumplieron 13 resoluciones judiciales que instaban a cumplir con el 25% de las clases en castellano, Torra ha replicado que durante su etapa de gobierno “nunca se aprobó un texto que dijera que el castellano, que el español, era una lengua de uso en las escuelas”, lo que considera “una diferencia fundamental” con el gobierno que encabeza Aragonès.
En cuanto a su aterrizaje en la primera línea de la política, marcado por la difusión de sus tuits y artículos despectivos contra los españoles, Torra ha reconocido que se sintió «muy atacado» cuando le tacharon de racista y xenófobo, y que pasó un momento personal «difícil», pero que se siente «muy orgulloso de mi evolución parlamentaria».
