El Instituto de Toxicología español no encuentra pruebas de que el ex jugador del Barça Éric Abidal y el supuesto primo que le dio parte de su hígado en el 2012, Gerard Armand, sean realmente familia. La relación de parentesco es clave para autorizar un trasplante entre vivos porque presupone que existe una motivación afectiva para ceder una parte de un órgano.
El organismo concluye en un informe que ha enviado al juzgado de Barcelona que investiga a Abidal, Sandro Rosell y Juanjo Castillo por tráfico de órganos que no hay ninguna evidencia de que el exfutbolista y el donante tengan lazos de sangre, según informa El Confidencial.
Este informe reafirma los indicios de culpabilidad contra los implicados. Como ya destapó El Confidencial, en el sumario judicial constan cuatro conversaciones telefónicas entre Rosell y Castillo en las que ambos admiten que «compraron un hígado ilegal» para Abidal y que se empujaron a que el donante era su primo.
