El escenario económico actual es tan complejo que puede provocar nuevas movilizaciones en la calle y generar una radicalización de opciones de voto de extrema derecha, con posiciones antieuropeas. El técnico en gestiones empresariales Óscar Pancorbo avisa, en declaraciones a EL TRIANGLE, que “si no damos soluciones a un problema económico, que está relacionado con la inflación, se puede generar una radicalización en el voto y posiciones más extremas pueden salir favorecidas. Si el voto se concentra en posiciones antieuropeas, puede ser muy malo por la Unión Europa (UE)” , hecho que generaría una UE “más débil y más frágil”, y esto condicionaría el modelo europeo que “nos da beneficios a nivel social, económico, de seguridad o democrático”.
Desde la Confederación de Asociaciones Vecinales de Cataluña (Confavc), avisan que la situación es “insostenible” y “inadmisible”, y ya están trabajando en un nuevo calendario de movilizaciones, después de dos años de paralización de acciones reivindicativas a causa de la pandemia. En declaraciones a EL TRIANGLE, el presidente de Confavc, Jordi Giró, sostiene que hay nuevas salidas previstas en la calle porque hay que presionar las administraciones y también la opinión pública. La semana pasada se manifestaron a las cuatro capitales catalanas junto a la plataforma +Derechos+Justicia Social, los sindicatos CCOO y UGT y las organizaciones de autónomos CTAC y Uatae, bajo el lema “FrenEmos los precios: evitamos la pobreza”.
Jordi Giró detalla que “la movilización exprés la necesidad de pedir soluciones a una situación insostenible por el desmadre en los precios energéticos, la desprotección en la vivienda, los precios desbocados en los productos básicos y los incrementos en los carburantes. Y todo esto ha acentuado una problemática de pobreza que ya existía”. Según Giró, “hemos sido dos años anestesiados y las administraciones y los lobbies económicos han ido haciendo la suya de forma silenciosa y, al final, nos encontramos en una situación hecha de facto”.
De acuerdo con las demandas del colectivo, hay que cambiar el sistema de fijación de los precios eléctricos, impulsar la transición energética y frenar los beneficios abusivos del oligopolio energético. La rebaja de los impuestos sobre la factura de la luz se tiene que mantener, y también hace falta que se extienda temporalmente a los hidrocarburos. Otra demanda es controlar el precio de los alquileres y evitar la revalorización en función del IPC.
Para el presidente de la Confavc, “los precios están al margen de la realidad a causa de la fuerte inflación” y “no se están repercutiendo las cargas a todo el mundo igual, sino que hay una parte de la población que vive con menos calidad de vida, riesgo de pérdida de vivienda, cortes de suministro, dificultades para acceder a productos básicos y la gente más humilde sufre más. Hay que repartir las cargas entre quienes pueda aportar más”.
La guerra en Ucrania, además, “ha puesto sobre la mesa los déficits existentes que teníamos en cuestiones como las energéticas, y demuestra que los deberes no se habían hecho bien”. Por eso, el presidente vecinal considera que se abre la oportunidad de hablar a fondo de temas estructurales y de escuchar la voz de la calle. Según Giró, ”el debate a Europa sobre la transformación energética y ambiental es inaplazable, y tenemos la oportunidad de plantear estos temas de forma seria”.
El asesor financiero Óscar Pancorbo reconoce que estamos en un escenario económico complicado porque, si la inflación alta no va acompañada de un crecimiento económico, podemos entrar en lo que se denomina estanflación. Esto querría decir que, “en no existir crecimiento en la economía, se impide que los salarios se puedan actualizar en base al IPC, y el riesgo está claro. Si los salarios no suben pero el cesto de la compra sí, la dificultad es más grande”. En un escenario de crecimiento económico bajo e inflación alta, “es bastante posible que mucha más gente salga a hacer huelga”, afirma Pancorbo.
El experto financiero dice que la estanflación se ha corregido en otras ocasiones con una subida del tipo de interés por parte del Banco Central Europeo. Ahora, pero, remarca, “salimos de una crisis del 2008 y de una pandemia que nos ha dejado a empresas y Estados con una deuda muy alta, y tipo de interés bajos. Si los tipos de interés bajos dejan de serlo, y suben, el problema pasará de ser de los camioneros a ser del Estado, que tendrá que pagar mucho más por la deuda, y esto para hacer frente puerta el Estado a reducir servicios públicos o bien incrementar impuestos”.
Como opción a consensuar por parte de los países europeos, el experto indica que el BCE podría eliminar de su balance la deuda pública que compró en los Estados, y esto ayudaría, junto con una alza suave de los tipos de interés.
