El periodista Juan Irigoyen escribió en El País hace poco que Gerard Piqué había influido notoriamente en la decisión de Joan Laporta de darle la patada a Leo Messi el verano pasado. “Sin Leo, se arregla el tema del juego limpio financiero», le susurró el defensa central al nuevo presidente quien, con su astucia mundana y práctica, prefirió tener a Gerard de su parte, como confidente e influencer dentro del vestuario, antes que esforzarse por renovar a Messi, por 60 millones, un futbolista al que no podría controlar de ninguna de manera.
Gerard, a sus órdenes, le salía por la mitad o un poco menos pues esta temporada, por ejemplo, se asegura un ingreso mínimo de 27,7 millones, liderando el ranking de los futbolistas mejor pagados de la Liga.
Así lo confirmó ayer en sus páginas el diario L’Equipe con una precisión y rotundidad que no deja lugar a dudas. Afirma este diario que, después de Gerard Piqué, con 2,3 millones al mes, los segundos en este top cinco son Gareth Bale y Eden Hazard del Real Madrid, con 2,2 millones mensuales, cerrando la lista Sergio Busquets (1,9 millones) i Alaba i Griezmann (1,88 millones).
En cuanto a entrenadores, Diego Pablo Simeone (3,33 millones) está en el primer puesto, muy encima de Carlo Ancelotti (0,91) y Marcelino García Toral (0,5).
El caso de Gerard Piqué reviste especial actualidad y relevancia porque él mismo se encargó de intentar ocultar esta condición de futbolista mejor pagado del fútbol español. Llegó incluso a publicar un extracto de su cuenta de CaixaBank con un ingreso de poco más de 2 millones, insinuando que ese era el pago intermedio de la temporada. Como si jugara casi gratis para el Barça, después de realizar un “extraordinario” sacrificio a favor de la sostenibilidad del club en un momento de afectación a los ingresos por culpa de la pandemia.
Nada más lejos de la realidad, pues Piqué aprovechó el momento para firmar el contrato que le ofreció Josep Maria Bartomeu cuando, a cambio de rebajarse una parte (1,9 millones) para ajustarse a la caída de los ingresos por la COVID de la temporada 2019-20, firmó una ampliación de contrato hasta la 2023-24 en unas condiciones realmente excepcionales.
Piqué, según ha podido confirmar EL TRIANGLE, además de asegurarse 27,7 millones esta temporada, se garantiza 29,5 millones la próxima y, en función de sus registros y participaciones, automáticamente renovaría para la 2023-24 con un fijo de 28,2 millones, más un premio de final de contrato de 12,6 millones, lo que supondría un total de 40,8 millones en concepto de fijo, sin contar otras variables.
Las cifras no deben ser juzgadas en función de ninguna otra realidad social, pues el fútbol profesional vive en una burbuja, donde la oferta y la demanda responden a sus propias reglas. Piqué negoció unas contraprestaciones excelentes cuando el club necesitaba una rebaja interna de la masa salarial y la directiva de entonces, presidida por Josep Maria Bartomeu, atendió, aprobó y firmó sus pretensiones.
En el caso de Piqué, las cuestiones que convierten su super contrato en algo ciertamente llamativo son, primeramente, la postura hipócrita y embustera con la que ha vivido esta situación de crisis económica y financiera del club, amparándose en una exposición mediática entre lacrimógena y victimista, como si él hubiera sido el único en dar la cara por la entidad como hizo cuando el club no podía inscribir a Memphis y Éric Garcia, que fue posible retrasando el cobro de una pequeña parte de su ficha. Un aplazamiento, en ningún caso una renuncia.
Tampoco le dejó en muy buen lugar esa comedia de publicar en twitter una captura de su móvil reflejando un ingreso del club fuera de contexto, incluso haciéndose el indignado por las cifras que circularon de su contrato cuando el periodista de TV3 Lluís Canut explicó que, efectivamente, su porción del pastel salarial de esta temporada no bajaba de los 28 millones.
El diario L’Equipe confirma esta información del total de los emolumentos de un futbolista como Piqué, del cual algún otro compañero que ahora está negociando su renovación podría también asegurar al presidente que si se va Piqué se arregla el margen salarial en buena medida, o al menos lo bastante como para que, por ejemplo, Araujo o Gavi puedan renovar por el Barça, pues ambos tienen sobre la mesa muy buenas ofertas económicas para jugar en otro club si el Barça no puede igualarlas.
Ya le ha pasado a Sergi Roberto, que no renovará seguro y es el caso de Dembélé. Los agentes de todos estos futbolistas saben que los problemas de la masa salarial actual se pueden focalizar bastante en varios futbolistas, pero sobre todo en Piqué.
El defensa, hoy mejor amigo del presidente Laporta para lo que haga falta, ingresará este curso esos 27,7 millones en base a los siguientes conceptos:
-Por contrato laboral: 13.600.000 €
-Por contrato de imagen: 2.400.000 €
-Por contrato laboral si juega el 35% de los partidos: 2.800.000 €
-Por contrato imagen si juega 35% de los partidos: 500.000 €
-Premio Fidelidad contrato laboral: 7.200.000 €
-Premio Fidelidad contrato imagen: 1.200.000 €
Además, aún puede añadir 1.000.000 € si el equipo se clasifica para la Champions League, o sea entre los cuatro primeros, un objetivo perfectamente a su alcance a la vista de la mejoría del juego y de los resultados y también de un calendario que parece favorecer esos intereses.
Si además cayera el “premio gordo” de alcanzar al Real Madrid y conquistar la Liga, la prima añadida sería de 1.650.000 €.
Lo destacable esta temporada es la cifra que ha dejado de ganar a causa de los malos resultados en la fase de grupos de la Champions League, de nada menos que de 2.350.000 €. Piqué, además, tenía firmados 2.200.000 € por superar los octavos de final y 2.475.000 € en caso de superar los cuartos de final.
Las cifras pactadas para semifinales y final en caso de victoria son mareantes, 2.800.000 € por alcanzar esa final y 2.900.000 € por la gran victoria.
Aunque imposible este año, un futbolista como él puede multiplicar esos ingresos cuando se produce una combinación de títulos como Liga + Copa (2.250.000 €) o Liga + Champions (3.900.000 €). Y el máximo, el premio por el Triplete lo tiene establecido en 4.500.000 €.
Está claro que Gerard Piqué haría bien en disfrutar de estos felices años de su final de carrera en los que todavía puede darles a los barcelonistas grandes alegrías futbolísticas y él mismo coronar una carrera con un palmarés extraordinario, único, acompañado de una bien ganada y merecida recompensa económica.
Si, llegado el caso, acabara su última temporada con un Triplete podría embolsarse más de 45 millones. Piqué hace bien en no hacer ninguna ostentación, pero tampoco es preciso caer, como ha hecho este año, en la comedia de aparentar que juega solo por amor a los colores azulgrana. Ni una cosa ni la otra.
