Clara Ponsatí. En su último libro “Molts i ningú. Embastat de memòries i altres històries” (La Campana), la ex-consejera de Ensenyament, huida tras la proclamación de la república en el Parlament, en 2017, reparte mucha leña al ex-presidente de la Generalitat Carles Puigdemont. En una de las 352 páginas de su libro, después de afirmar que en el gobierno de Puigdemont «juraría que era la única que quería declarar inmediatamente la independencia» se refiere al comportamiento del expresidente en una reunión, la noche del 1 de octubre de 2017: “Callado. Escuchando. Él siempre mira hacia abajo. No sabe nada. Tiene esa cosa. No sabes si está o no o no está. Como no te mira, no lo sabes”.
Aunque Ponsatí y Puigdemont residen ahora en Bélgica y comparten grupo parlamentario en la Eurocámara, mantienen una relación difícil entre ellos. Ponsatí dimitió como miembro de la dirección del Consell per la República Catalana que preside Puigdemont aunque luego se presentó a la elección de los miembros de su Asamblea. En la misma página donde le reprocha que no mire a los ojos a sus interlocutores, critica al también expresidente de la Generalitat Artur Mas que, en la reunión de la que habla, dijo que no se podía declarar la República porque “no estamos preparados”. Ponsatí dice que entonces se le cayó la venda de los ojos. “Si no estábamos preparados, ¿por qué no nos preparábamos primero?”, se pregunta la ex consellera y explica que el secretario del Gobierno de la Generalitat, Víctor Cullell, también presente en la reunión, justificó que no se proclamara la independencia: «Nosotros la queremos tanto como tú, pero ahora no puede ser porque no controlamos el territorio».
