Joan Laporta cambia la normativa y provocará el exterminio de muchísimas peñas azulgrana

La Confederación Mundial llevará a los tribunales esta medida, que considera arbitraria y unilateral

Aficionats del FC Barcelona

La intención de Joan Laporta, desde el primer momento, es la de poner fin al movimiento y a la organización de las peñas del FC Barcelona, un exterminio que ya se propuso ejecutar en su anterior mandato, sin éxito. Al contrario, su acoso hacia este barcelonismo social, el más activo y con más sentido asociativo, lo que consiguió fue que, bajo la presidencia de Rosell y Bartomeu, se rearmaran y consiguieran fundar y poner en marcha la Confederación Mundial de Peñas como entidad independiente del club, así reconocida y amparada por los mismos estatutos del FC Barcelona.

A aquel fracaso se ha añadido esta vez la frustración por haber perdido la única votación de la última asamblea cuando, por dos votos, su propuesta de invalidar esta cobertura y este reconocimiento de las peñas no obtuvo los dos tercios requeridos, en medio de duras acusaciones y protestas de los peñistas representados. El Putin de las peñas, como ya se denomina en este entorno barcelonista al personaje en el cual se ha convertido Laporta, obsesionado en eliminarlas, ha hecho ahora otro paso en esta dirección, un paso que definitivamente ha puesto a las peñas en pie de guerra y ha provocado que hayan iniciado, a través de sus abogados, un procedimiento legal que acabará en el juzgado.

Se trata de una nueva normativa, adoptada por la junta unilateralmente, según la cual las peñas tienen que acreditar un nuevo número mínimo de socios del FC Barcelona para continuar estando inscritas en el censo oficial del club para disfrutar de los diferentes servicios, así como el reconocimiento y la colaboración del club.

A partir de ahora, se exige a las peñas radicadas en Cataluña un 25% de socios; a las peñas del resto del Estado, un 10%; y para las inscritas en el extranjero, un 1%. La medida excluye, según los cálculos, entre el 85% y el 95% de las peñas actuales, aproximadamente 1.000 en cifras redondas, y deja activas poco más de 200 a lo sumo.

En las zonas más alejadas de Cataluña, como Andalucía, Galicia, Castilla y León y Castilla-La Mancha, el impacto es como el de un misil nuclear, porque no quedaría ni una. En Cataluña también destruiría a las más potentes y con más historia.

La Confederación Mundial, el único órgano legal que agrupa a las federaciones de peñas azulgrana, se había mantenido igualmente activa, aunque ya desde fuera de su antigua sede en las instalaciones del club, sin reaccionar frontalmente al acoso que ha sufrido desde que Laporta vuelve a presidir el club.

Ahora, esta actitud ha cambiado, y sus abogados ya trabajan en la impugnación de esta normativa al amparo del artículo 16.º de los estatutos del Barça. “Las peñas se constituyen de acuerdo con el Reglamento de Peñas, que es aprobado por la Confederación y la Junta Directiva”, dice su enunciado, cosa que deja muy claro que ninguna normativa puede decretarse por ninguna de las dos partes sin el consenso y el acuerdo previo.

Para las peñas, Laporta ha cruzado el límite. Estaban dispuestas a cohabitar con una directiva hostil, intolerante y contraria al diálogo, a resistir en silencio y sin hacer ruido. No cambiará la forma, aunque sí el fondo. Irán a los tribunales para continuar siguiendo vivas y haciendo barcelonismo.

Se comprometió a protegerlas

En el mundo alucinante de la despótica y totalitaria actuación de un presidente como Joan Laporta, el respeto, el orden y el cumplimiento de las normas no solo no existe, sino que se desprecia y se pisa sistemáticamente. Durante la campaña electoral, en los habituales contactos con la Confederación Mundial de Peñas, el entonces candidato Laporta firmó un documento comprometiéndose a mantener el convenio vigente con la agrupación y a asumir en su plena dimensión el reconocimiento estatutario de las peñas. Un documento que cuando se pase por el juzgado tendrá, evidentemente, un valor procesal.

Otra cosa muy diferente ha sido lo que ha hecho en relación con el movimiento: expulsar físicamente a la Confederación de las instalaciones del club, proponer su anulación en la asamblea y ahora su liquidación por la vía dictatorial. Mientras tanto, la prensa sigue muda, domada, servil y humillada.

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