Hace ya varios meses que no me atrevía a escribir otro artículo para este medio de comunicación, pese a la insistencia de mis amigos y de uno en especial que a manera de broma me decía que extrañaba mis artículos de más de 8.000 caracteres, superando los límites establecidos. Agradezco profundamente que me lean pese a mis confusas interpretaciones de la vida cotidiana y de este mundo tan complejo pero también muy interesante y esperanzador para continuar con ese anhelo y deseos de vivir.
Bueno pues vamos al lio, no quiero enredaros mas con mi pobre retórica con sabor agridulce, la verdad es que decidí escribir estas líneas para meter mis narices y opinar sobre el tema del momento que para muchos es el génesis de la tercera guerra mundial pero que yo difiero totalmente de esa opinión sesgada y repetitiva que solo se replica mediante una peligrosa herramienta de moda llamada redes sociales, plataformas donde todo el mundo se siente periodista, escritor, medico, político, sociólogo y otras hierbas, pero que al final no son más que personas llenas de ocio y con un alto nivel de dependencia y fácilmente manipulables por el sistema que les orienta hacia donde a este le conviene que sople el viento.
El conflicto entre Rusia y Ucrania es uno más de los miles de problemas que atraviesa el mundo y este evento se veía venir incluso antes del inicio de la pandemia que nos obligaron a encerrarnos con ratas en alcantarillas y que además provocaron la muerte de millones de personas con un virus creado quien sabe con qué objetivo pero que se les salió de las manos y solo termino beneficiando a unos pocos y dejando más miseria, dolor y tristeza en el mundo.
Volviendo al conflicto Ruso-Ucranio, el problema que veo es que pedimos paz y no a la guerra en este caso, en especial el consejo general de seguridad de las Naciones Unidas, y condenan a Rusia y muchos de nosotros seguimos replicando ese discurso, sin embargo nos olvidamos del genocidio provocado por el ejército Israelí en la franja de Gaza, las pasadas invasiones del ejército Estadounidense junto a la OTAN en Irak, Afganistán, Libia, el conflicto en Siria, el bloqueo criminal contra el pueblo cubano y también contra Venezuela, los asesinatos de los pueblos originarios en México, Honduras, Colombia, Perú, Paraguay, Chile y la Amazonia brasileira que viven en medio de una guerra invisible provocada por los traficantes de drogas y recursos naturales que promueven las transnacionales desde Norteamérica y Europa. ¡Ah! Y ¡cómo olvidar la miseria y el abandono de los pueblos del África negra que países como Francia y Estados Unidos solo llegan a robarles sus recursos naturales!
Por otro lado, vemos, escuchamos y leemos la doble moral en España en especial Cataluña que los promotores del independentismo deberían aplicar ese viejo adagio que dice; En boca cerrada, no entran moscas… A los promotores del independentismo catalán con mucho respeto y con el cariño que le tengo a este país, les digo que vosotros sois los menos indicados para opinar y señalar a Rusia, ya que fue el gobierno de Putin quien iba financiar el banco nacional de Cataluña en el hipotético caso de convertirse en una nación independiente cuando el fallido referéndum de 1 de octubre de 2017 que provoco segregación, odio y polarización en el pueblo catalán y que muchos de sus promotores sencillamente huyeron a darse la gran vida a otros países y vendiendo la idea de ser personas refugiadas.
La verdad es que en Europa y los Estados Unidos todo parece un circo Romano, donde le venden espectáculos al mundo mientras sus gobiernos hacen y deshacen con los demás, pero cuando se encuentran con otro rival que busca posicionarse en el mundo como un nuevo imperio, solo les queda seguir vendiendo noticias falsas y cobardemente dejar a la suerte a uno de sus más fieles serviles como ha sido el gobernante de Ucrania y es por ello que a los políticos y poderosos del mundo os digo: Mataos los unos a los otros, y dejadnos en paz a nosotros. Y como siempre sin más que agregar me despido momentáneamente de vosotros, nos leemos en una próxima ocasión y por allí nos encontramos por los caminos de la vida para seguir luchando por un mundo feliz lleno de amor y paz.
