Cuando escribimos el libro ‘Banca catalana, más que un banco, más que una crisis’ los autores –Jaume Reixach, Enric González y yo- llevábamos poco tiempo en esto del periodismo. Las peripecias que acompañaron su redacción, publicación y difusión nos supusieron todo un aprendizaje del mundo mediático y político en el que nos movíamos.
La redacción no fue excesivamente complicada. Lógicamente no todo el mundo quiso colaborar y no fueron pocos los que lo hicieron pidiéndonos mantener su nombre en el anonimato. La editorial, cuando recibió presiones desde Presidencia de la Generalitat para que lo parase, jugó un papel patético, pero no le quedó más remedio que publicarlo porque había cometido el error de pagarlo por adelantado. Recortado, eso sí. Afinado, que dirían ahora algunos.
La difusión fue una lucha a contracorriente. Pocas veces una editorial habrá hecho tanto para evitar que un libro suyo ni se conozca ni se venda. Tenaces como éramos hicimos algunas presentaciones organizadas por nosotros mismos. Y se nos ocurrió presentarlo en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Barcelona. Una estudiante espabilada y testaruda salió adelante la presentación. Colgamos carteles en el recinto de la Facultad. Poco después los arrancaba Francesc Cabana, cuñado de Jordi Pujol, quien, como él, quedaba retratado en el libro.
Una de las personas que nos ayudó a luchar contra los elementos y nos acompañó en las presentaciones fue Xavier Muñoz Pujol. Lo conocimos escribiendo el libro y nos descubrió al primer Pujol, el de la lucha antifranquista y el acto contra Franco en el Palau de la Música. Xavier Muñoz y Jordi Pujol realizaron activismo antifranquista juntos, hacían pintadas de noche y las firmaban CC. Muñoz nos dijo que nunca le quedó claro del todo qué significaban esas siglas. Debái ser Cristo Catalunya, pero no ponía la mano en el fuego por esa versión. Podía ser también Cristianos Catalanes o Católicos Catalanes. No cuento que Jordi Pujol nos resuelva esa duda ni ninguna otra de las que dejará sin aclarar cuándo nos deje.
Xavier Muñoz nos dejó hace unos días. Contaba que no sabía si él se había alejado de Pujol o Pujol de él. Siguieron caminos distintos. En lenguaje coloquial podríamos decir que Muñoz le caló. En diciembre de 2020 le entrevisté a raíz de la publicación de su libro “Después de Waterloo. Crítica al proceso independentista desde el catalanismo” (+Bernat). Tenía 93 años y me maravilló que pudiera estar tan lúcido y conservara la socarronería y el espíritu fraternal que nos había seducido 35 o 36 años antes.
Las CC que asocio con Xavier Muñoz Pujol son Compañerismo y Complicidad. Y, ya puestos, una tercera C: Cariño.
