Nada. Víctor Terradellas, el ex-responsable de Relaciones Internacionales de Convergencia Democrática de Cataluña (CDC) que el 26 de octubre de 2017 pedía al entonces presidente de la Generalitat Carles Puigdemont que lo recibiera porque iba acompañado de un enviado de Vladimir Putin, escribió el pasado 24 de febrero el siguiente mensaje en Twitter sobre la invasión de Ucrania por parte del ejército ruso: “Creo sinceramente que la clase política en favor de la creación de un estado catalán debería callar y no posicionarse. Cuando se acabe el conflicto, todo el mundo será amigo y podremos seguir trabajando en favor de nuestros intereses. El nuevo orden se dibuja y debemos tener buena relación con todos”.
En 2017, antes de la celebración del referéndum de independencia del 1 de octubre, Terradellas viajó en varias ocasiones a Rusia para entrevistarse con dirigentes políticos y buscar apoyo a la causa de la separación de Cataluña de España. Uno de sus interlocutores fue Serguéi Markov, ex-diputado del partido de Putin. Markov explicó después al diario El Periódico que Terradellas le había ofrecido el reconocimiento de la soberanía rusa de Crimea a cambio de que Rusia reconociera a la Catalunya independiente. Markov dice que se negó a este acuerdo.
En unas conversaciones telefónicas interferidas durante la investigación de la financiación irregular de CDC, Terradellas afirmaba que Rusia estaba dispuesta a enviar 10.000 soldados para defender a Catalunya si proclamaba su independencia. En una intervención en el programa FAQS de TV3, negó que ese ofrecimiento hubiera existido. Ahora cree que hay que callar ante la agresión rusa en Ucrania, verlas venir y después buscar a los mejores aliados para la causa independentista. Sean Putin o quien sea.
