Malestar por la nueva adjudicación de una residencia para la gente mayor a la presidenta de la patronal, Cinta Pascual

Los trabajadores y los familiares de los usuarios protestan por el cambio de gestor decidido por la Generalitat

La residencia Mossèn Vidal i Aunós
La residencia Mossèn Vidal i Aunós

El cambio de gestión de la residencia para la gente mayor Mossèn Vidal i Aunós, en el barrio de la Bordeta de Barcelona, ha provocado un fuerte malestar entre los trabajadores y familiares de los usuarios, que esta tarde celebran una asamblea. Esta residencia, con capacidad para 112 personas, fue inaugurada en 2003 y, desde el año 2020, la Fundación Vella Terra se encargaba de la gestión.

Pero, en una polémica decisión, el Departamento de Derechos Sociales de la Generalitat, que dirige Violant Cervera (JxCat), ha decidido cambiar la entidad gestora de la residencia Mossèn Vidal i Aunós y la ha dado a la empresa ebrense L’Onada, que dirige Cinta Pascual. Se da la circunstancia que Cinta Pascual es la presidenta de la patronal ACRA, que representa los intereses del sector de empresas que gestionan residencias de la gente mayor.

Este centro geriátrico del barrio de la Bordeta arrastra una traumática trayectoria, según se expone en un comunicado que han hecho público los trabajadores y familiares de los usuarios: «A fin de comprender mejor nuestra oposición a un cambio de gestión, hace falta que exliquemos brevemente lo que se ha vivido en esta residencia y lo que ha sufrido la gente mayor desde que, en abril del 2016, dejó de gestionarla justamente la misma Fundación Vella Terra y se concedieron las gestiones a empresas privadas que cotizan en el Ibex-35».

Primero se adjudicó la gestión a la UTE Ingesan-Asproseat (Angesan es una filial de la constructora OHL). Según el comunicado, «su gestión fue caótica, con incumplimiento de ratios de personal, mala alimentación, limpieza insuficiente y carencia de la equipación mínima para la vida cotidiana (sábanas, toallas, etc.). Después de muchas movilizaciones y la aprobación de una resolución por el pleno del Parlamento, se consiguió que no se le renovara el contrato».

Pero la situación no mejoró: «La siguiente empresa gestora fue Eulen, tan mala como la anterior. Durante su gestión se hizo pública, el marzo del 2020, la grabación que había hecho la hija de una residente, en la cual se veía cómo un gerocultor abusaba sexualmente de ella, otra trabajadora la maltrataba a veces y un tercer gerocultor se comía cada día su almuerzo», explica el comunicado.

La actuación de Eulen durante la pandemia fue «nefasta», razón por la cual, la consejería decidió retirarle la gestión. Se contagiaron aproximadamente el 87% de los residentes y murieron 29 personas en la primera oleada. Además, los informes médicos demuestran el mal estado en que llegaron los residentes a los hospitales.

En este contexto tan dramático, en mayo de 2020, la Generalitat otorgó nuevamente la gestión de la residencia Mossèn Vidal i Aunós a la Fundación Vella Terra, que consiguió enderezar y cambiar para mejor el desastre existente. En el comunicado, los trabajadores y los familiares aseguran que la Fundación se encontró con un espacio «devastado, y con residentes en un estado anímico y físico deteriorado». Consideran que desde que entró la Fundación Vella Terra todo ha mejorado: «Se ha puesto en marcha un plan para resolver la polimedicación, otro para evitar las contenciones, ha mejorado la calidad de la alimentación y se han recuperado las actividades y la salud emocional de los residentes».

Desde que estalló la pandemia, la empresa L’Onada ha sido muy favorecida por la Generalitat y esto levanta muchas suspicacias en el sector, puesto que se considera que se trata de una descarada desviación de poder. Su directora general, Cinta Pascual, forma parte del sector negocios de ERC y tiene una conexión directísima con las altas esferas del Gobierno catalán como presidenta de la patronal ACRA.

Los trabajadores y los familiares de los usuarios han hecho un llamamiento a los vecinos de la Bordeta a sumarse a las protestas contra el cambio en la gestión de la residencia Mossèn Vidal i Aunós. Piden que el centro lo continúe gestionando la Fundación Vella Terra y, en este sentido, se han dirigido al presidente Pere Aragonès y a la consejera Violant Cervera para hacerles llegar su malestar.

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