El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha dicho este miércoles al presidente, Pere Aragonès, que el regreso a Catalunya de «los exiliados» no puede ser un «pacto político» con el Estado. En una rueda de prensa en Bruselas para presentar la estrategia exterior del Consell por la República, organismo que preside, Puigdemont pidió «explícitamente» que no se busquen «soluciones personales».
Tras la polémica generada por la referencia de Aragonès a los indultos en una conferencia este lunes, el expresidente ha defendido el exilio como una «lucha política».
Puigdemont, que ha renegado una vez más de la mesa de diálogo, ha evitado valorar la gestión de la presidenta del Parlament, Laura Borràs, del caso de Pau Juvillà, pero ha dicho que es un caso que «interesa para la internacionalización» porque es un «abuso» del Estado y «una barrabasada democrática».
Por otro lado, para hacer frente a la acción exterior «prohibida», según ha dicho Puigdemont, el Consell por la República ha anunciado la creación de un «ministerio libre de Exteriores», con el que quiere impulsar la internacionalización de la cuestión catalana.
