El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, acumula últimamente plantones de políticos muy diversos. El primero en dejarlo colgado fue el presidente de Aragón, Javier Lambán, que el día antes de la reunión que tenían prevista anunció que no iría.
Unos días más tarde, pero, el plantón no venía de los socialistas. Fue la CUP quién, solo una hora antes de que empezara la reunión, dejaba a Aragonès esperando en el Palacio de la Generalitat y no iba al encuentro previsto. El día siguiente, fue la actividad del Parlament por el caso de Pau Juvillà la que hizo que ERC y JxCat tampoco fueran al encuentro agendado con el presidente.
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