El gobierno de la Generalitat ha enojado al sector del independentismo más aguerrido que todavía confía en que los cortes de la Meridiana pueden dar frutos al movimiento secesionista. La prohibición de estas protestas, que han perturbado el tráfico rodado alrededor de la confluencia del Paseo de Fabra i Puig y la avenida Meridiana de Barcelona, se ha conocido este jueves y será efectiva a partir del sábado, un cambio que ha indignado tanto a la ANC, solicitante oficial de los cortes, como el colectivo que los promueve en las redes, Meridiana Resisteix.
La ANC ha atribuido al gobierno de la Generalitat «trabas administrativas» que constituyen un «nuevo intento de desmovilización del movimiento cívico por la independencia», tras recibir del Departamento de Interior la comunicación de la denegación del permiso para seguir cortando la Meridiana a partir del 12 de febrero. Además, esta entidad considera que Interior, por haber planteado una ubicación adyacente alternativa para protestar sin cortar el tráfico, «quiere limitar al máximo el resultado de una protesta justa y amparada en los derechos fundamentales».
Con el apoyo explícito de la ANC, Meridiana Resisteix, el colectivo que ha movilizado a activistas independentistas en los dos últimos años para que no decayera esta protesta, ha ido más allá y ha tachado al gobierno catalán de «autonomista, decadente y colaboracionista con el Estado fascista español». «No nos tocará abandonar, como algunas voces de quienes os decís independentistas y aplaudiendo con las orejas vais vomitando por las redes», han asegurado desde Twitter.
«Tienen paguita y sillita y llevan años dando la espalda al pueblo, sí, ese pueblo que vosotros mismos criticáis con vuestra alegría de que abandonamos. Pues no. No abandonamos (sic)», han añadido, señalando a los cargos públicos catalanes en una retahíla de mensajes que incluye lemas como «Visca la terra«, «Puta España», «Donec Perficiam hasta triunfar» y «Meridiana no se toca».
