Max Castellarnau ha aceptado una pena de un año y nueve meses de prisión en un acuerdo de conformidad entre las partes para evitar ir a juicio acusado de atentado contra la autoridad y lesiones leves, un juicio que se tenía que haber hecho esta mañana en la Audiencia de Barcelona. Los hechos por los cuales se quería juzgar a Castellarnau pasaron en las protestas convocadas el 17 de octubre de 2019 por el independentismo después de hacerse pública la sentencia contra los dirigentes del proceso independentista.
Castellarnau estaba acusado inicialmente de los delitos de desórdenes públicos, atentado contra la autoridad y lesiones leves. La Generalitat ha acabado retirando la acusación por desórdenes públicos, pero ha mantenido la de atentado contra la autoridad y lesiones leves. Se da la circunstancia que la Fiscalía pidió una pena de hasta siete años y medio de prisión, mientras que la Generalitat le pedía dos. Finalmente, Max Castellarnau no tendrá que entrar en la prisión si no comete ninguno otro delito en un periodo de dos años.
El acusado tiene que pagar las costas del juicio y una multa de 60 euros por lesiones, y ya ha pagado una indemnización de 280 euros al agente de los Mossos que sufrió una lesión leve en la rodilla cuando habría sido golpeado por Castellarnau. Según la Fiscalía, el acusado lanzó objetos contra la policía que controlaba la protesta independentista y habría golpeado a un agente cuando intentaba evitar su detención.
