Aunque se pretenda edulcorar y templar, la dimisión del director ejecutivo (CEO) del FC Barcelona, Ferran Reverter, que estaba desaparecido desde el cierre de los últimos fichajes -el más opaco el de Adama Traoré-, refleja las muchas, continuadas y graves desavenencias con el presidente Joan Laporta, acostumbrado más que nunca a ejercer un gobierno de continua injerencia e intervencionismo, muchas veces sin conocimiento o en ausencia del mismo CEO.
Las razones de la renuncia, que se hará efectiva más pronto de lo que la prensa se ha apresurado a avanzar, provienen sobre todo de las consecuencias de esta intromisión permanente de Laporta que, con mucha probabilidad, serán carne de Forensic en un futuro no tan lejano. Ferran Reverter ha llegado al límite del riesgo en este papel de cómplice necesario para las operaciones que dirige Laporta en persona.
El comunicado del club dice que «Ferran Reverter ha comunicado este martes al presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, su voluntad de dejar el cargo por razones personales y familiares. Esta renuncia será efectiva a partir de que el Club incorpore a un nuevo director general».
Hay la posibilidad que, a consecuencia de esta desconfianza, que ahora es mutua, Reverter prefiera controlar del cierre del ejercicio por temor al hecho de que la exposición de los detalles económicos y financieros de la temporada pueda descontrolarse.
Existe constancia de muchas discrepancias de forma y de fondo en la gestión corporativa desde el inicio de una relación que empezó bruscamente con la no renovación de Messi, un asunto en el cual tanto Reverter como el vicepresidente Eduard Romeu influyeron poderosamente. Claro que eran tiempo en los cuales los avalistas mandaban por encima de la misma junta en determinados asuntos.
Por este motivo no hay que descartar que el mismo Eduard Romeu se esté planteado cuando y como salir de la junta de forma que Laporta se vea obligado a reorganizar el cuerpo ejecutivo del área económica en el conjunto de su estructura.
De momento, el anuncio retrasará un poco el anuncio y la oficialización del acuerdo con Spotify para el frontal de la camiseta, la ropa de entrenamiento y activos como el nombre del estadio con las condiciones de las cuales Ferran Reverter no estaba conforme, según ha transcendido.
