El Congreso de los Diputados ha aprobado este jueves la reforma laboral con un voto de diferencia -145 votos a favores, frente a 144 en contra-. Han votado a favor PSOE, Podemos, Cs, PDECat, Más País, Compromiso, Teruel Existe, Coalición Canaria, Nueva Canarias y Partido Regionalista Cántabro. Así, el gobierno español ha podido sacar adelante la reforma, pese a la negativa de PP, Vox, ERC, PNV, Bildu, Junts, CUP, BNG, Foro Asturias, UPN -que finalmente ha votado en contra- y el diputado escindido de Cs Pablo Cambronero. De hecho, un voto por error de un diputado del PP ha permitido la victoria final. El gobierno central ha lamentado que sus aliados en el Congreso se posicionaran en contra de esta nueva ley.
La reforma ha quedado aprobada definitivamente después de un debate crispado entre partidos de izquierdas –con acusaciones de amenazas– que supone un antes y un después en las relaciones del PSOE y Podemos con los socios habituales, sobre todo, con Esquerra.
El propio portavoz de ERC, Gabriel Rufián, ha denunciado amenazas por su no a la reforma: «Esquerra no funciona bajo amenaza y eso no ha sido un proceso de negociación, ha sido un proceso de presión».
Por su parte, la vicepresidenta segunda del gobierno español, Yolanda Díaz, dio las gracias al PNV, pero reprochó la actitud de Esquerra. «Gracias al PNV porque sí ha discutido de contenidos, han sido serios y claros», ha dicho en su discurso. Ambos partidos, que forman parte del bloque de investidura, han votado en contra de la reforma.
La votación podría tener consecuencias en Cataluña. Los comunes han advertido a ERC de que su no puede suponer que retiren su apoyo a Pere Aragonès, unos votos importantes si la CUP se desmarca del gobierno de la Generalitat en el Parlament.
