Laporta no se atreve a denunciar la gestión Bartomeu

Ferran Reverter también da un paso al lado y se ha puesto el resultado del Forensic en manos de la Fiscalía Provincial, una decepción para ese entorno con tanta sed de venganza y de cárcel contra la junta anterior

El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta

Las expectativas sobre el resultado del Forensic, que había de encontrar y demostrar las irregularidades y actos ilícitos presuntamente cometidos por la junta de Josep Maria Bartomeu, ha acabado por ahora en otro retraso y en otra excusa añadida a las muchas largas que la directiva de Joan Laporta ha ido acumulando.

Ahora, el siguiente episodio ha consistido en aplazar de este jueves al próximo martes la comparecencia tantas veces prometida para ofrecer, por fin, todos los detalles sobre esa materia oscura que tan clara estuvo desde la llegada de la junta y del nuevo equipo económico pero que con el tiempo se ha vuelto otra vez opaca y parece que por falta de verdaderas pruebas y delitos propiamente dichos.

De hecho, la junta de Laporta reunida este miércoles ha avanzado un comunicado en el que emplaza a los medios a esa fecha del 1 de febrero, día en el que “se presentarán públicamente los resultados del trabajo de investigación Forensic, que se inició como consecuencia de la Due Diligence Financiera con el objetivo de detectar posibles irregularidades en la gestión del Club durante el último mandato presidencial. Asimismo, se informará de las actuaciones ya iniciadas por el Club consistentes en la presentación de una denuncia ante la Fiscalía Provincial de Barcelona por hechos que se derivan de las conclusiones de la investigación Forensic. La presentación, que se celebrará en el Auditori 1899 a partir de las 11 horas, correrá a cargo del presidente del FC Barcelona Joan Laporta”.

En sí mismo, el hecho de llevar los presuntos indicios a la Fiscalia se presta a dos interpretaciones. La primera es que los abogados del FC Barcelona no han encontrado suficientes pruebas y material presuntamente delictivo como para llevar a Bartomeu, o a su junta, ante los tribunales como se había anunciado de forma repetida y ampliamente, primero por la propia directiva y luego por sus altavoces y aparato mediático. En el caso de haber hallado pruebas y claros indicadores de irregularidades, sea en el campo penal o en el campo civil, la junta directiva no sólo tiene atribuciones y capacidad para iniciar las medidas legales correspondientes, sino que tiene la obligación de defender los intereses de los socios si estas actuaciones han constituido un perjuicio contra el patrimonio o las reservas del club.

Acudir a la Fiscalia Provincial no deja de ser una forma de escudarse en un tercero para que el fiscal sea el que investigue y decida si actúa de oficio en contra de la junta de Josep Maria Bartomeu. Los fiscales están siempre atentos a todo cuanto los medios de comunicación o las instituciones son capaces de volcar a la opinión pública susceptible de merecer el interés legal de intervenir. Pero está claro, y hay precedentes, que no les gusta demasiado que les envíen sospechas e informes que si son verdaderamente graves y poseen suficiente argumentación pueden y deben ser denunciadas sin que sea el fiscal quien las impulse.

Hay que interpretar, pues, este paso adelante de la junta de Laporta más como un paso atrás que otra cosa, sobre todo con relación a sus amenazas y bravuconadas ante los medios desde hace ya casi un año.

Josep Maria Bartomeu ya le pidió el pasado mes de agosto a Laporta que dejara de especular, hacer ruido y manipular a la opinión pública y que presentase los resultados de la auditoría y de la Due Diligence de una vez por todas para que todos los socios supieran de verdad lo que se había encontrado.

Laporta respondió como siempre con una falsa presentación de la Due Diligence, sin nada concreto de qué acusar a nadie, sólo tirar la piedra y esconder la mano. Tampoco Ferran Reverter, CEO del club, fue mucho más allá en la esperada presentación de los resultados económicos de la temporada 2020-21. Se limitó a explicar que se había encargado un Forensic para analizar más a fondo y profesionalmente esas presuntas fechorías.

Finalmente, el 22 de diciembre se aplazó la primera presentación del Forensic y ahora se ha estirado un poco más el plazo, aunque sin que desde el club se haya formalizado, como esperaba todo su entorno sediento de sangre y de cárcel, ninguna demanda ni querella propia.

Para darle contenido y relevancia criminal se han enviado los resultados a la Fiscalía como si el gobierno del club no supiera qué hacer con esas conclusiones, dejándola en manos de la Fiscalia. Si el fiscal descarta impulsar acciones legales ya será más difícil para la directiva actuar en contra de Bartomeu.

Llama la atención, por último, que no se haya anunciado como ponente del Forensic a Ferran Reverter, el CEO del club, lo que ha dado pie a especular con que sus relaciones con el presidente Joan Laporta no pasan por su mejor momento. Circulan informaciones que apuntan a serios desencuentros por las decisiones e intenciones de Laporta que no están siendo del agrado del CEO. 

Podría ser incluso que el propio enfoque del informe Forensic haya provocado tensiones.

De momento, solo han circulado las mismas noticias de siempre en torno a la comisión de Malcom, que finalmente el club no quiso pagar en su día, y las recurrentes investigaciones sobre el Espai Barça. Las fuentes del núcleo duro de Laporta hablan de muchas irregularidades. Son las mismas fuentes que antes hablaban de querellas inminentes, una detrás de otra.

Otros personajes del entorno propio de Laporta no han dejado de manifestar que todo lo que no sea enviar a Bartomeu a prisión será considerado una decepción y una frustración después de tantas y serias amenazas. Sobre todo, después de tantas promesas. ¿Como la de renovar a Messi?

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