“Bien, feliz Navidad y buen año, si no nos vemos”, decía un diputado a otro justo el día que el Parlament aprobaba los presupuestos, el 23 de diciembre. “Esto seguro, que este año tenemos vacaciones largas en Navidad, como los niños”, le respondía su también compañero de partido.
Y es que aquel día 23 de diciembre era el último de actividad parlamentaria de cualquier tipo hasta 2022, pero además, los primeros quince días del año esta vez han sido declarados inhábiles y, por lo tanto, la cámara está cerrada y sin ninguna reunión ni ninguna actividad. Posteriormente se irá reabriendo con reuniones de la Mesa y de la Junta de Portavoces y alguna comisión, pero hasta finales de enero no se celebrará el próximo pleno. Este calendario era el clásico, pero entre el procés y la pandemia, hacía años que no había unas vacaciones de Navidad tan largas para los diputados.
