Las pérdidas de la restauración por culpa de las restricciones vigentes esta Nochevieja alcanzarán los 90 millones de euros, según los cálculos de la Federación Catalana de Asociaciones de Actividades de Restauración y Musicales (Fecasarm).
El sector esperaba que en la verbena de esta noche se podría alcanzar las cifras de negocio del 2019, ya que el pasado año la restauración estuvo cerrada. Eran objetivos «ambiciosos» y había optimismo, pero la semana pasada se anunciaron las restricciones y cambió el panorama por completo: los aforos se han reducido y la noche ha perdido atractivo debido al toque de queda. Esto, añadido a las recomendaciones de reducir las interacciones sociales, han traído un alud de cancelaciones.
Las ayudas de compensación que ofrece el Govern por el negocio perdido son, en opinión del portavoz de la Fecasarm, Joaquim Boadas, «muy miserables», según recoge el ACN.
Hasta este jueves, la previsión era que los establecimientos tuvieran que cerrar a las 00.30 h en plena celebración de Fin de Año. Una norma que la patronal pedía flexibilizar hasta la 1 h para que los clientes pudieran celebrar mínimamente la bienvenida en 2022 «y no tener que irse rápidamente justo después de las campanadas». Finalmente, la Generalitat ha accedido.
