Solo catalán. En el instituto del Vallès Occidental donde ejercía de maestra se negó a enseñarle simultáneamente catalán y castellano, aduciendo que el catalán era la única lengua de Cataluña. Carme Forcadell era la responsable del aula de acogida del instituto y el niño que acaba de aterrizar en Cataluña no tenía idea ni de catalán ni de castellano. La que después sería presidenta de la Assemblea Nacional Catalana y del Parlament de Catalunya recriminaba a otros maestros que se esforzasen porque el chico progresara en el conocimiento de las dos lenguas.
Como Forcadell sólo le enseñaba catalán, el chico búlgaro buscaba a otros maestros porque quería aprender los dos idiomas. Estuvo dos años en el instituto y los maestros que lo recuerdan creen que consiguió, por lo menos, entender y comunicarse en las dos lenguas. Tiene su mérito porque el idioma búlgaro utiliza el alfabeto cirílico, muy diferente al nuestro. Y Carme Forcadell no le ayudó a conseguirlo.
