«El discurso dominante de la libertad es una de las falsedades más grandes»

Entrevista a Lidia Falcón

Lidia Falcón

Abogada. Doctora en Filosofía, con la tesis «Mujer y poder político». Creadora del Partido Feminista de España. Militó en el PCE desde 1959, y luego en IU. Escritora y articulista. Entre sus numerosos títulos se encuentran La razón feminista, y Mujer y poder político (Vindicación Feminista). Su última publicación es La filosofía del engaño (El Viejo Topo).

 

¿Qué expresa un título tan sugerente como La filosofía del engaño?

Quiere desmontar la ideología dominante (que es la de la clase dominante, como decía Marx), que nos están engañando con las virtudes del capitalismo. Por eso comienzo hablando de la caída del muro de Berlín. A partir de la derrota de la Unión Soviética, el capitalismo triunfante domina el Planeta. El capitalismo persigue a los disidentes, tortura, fusila, encarcela…, invade países, se queda con sus riquezas… Ya lo sabemos. Pero todo eso no es suficiente. Puede comprar a los dirigentes políticos, jueces, medios de comunicación… Sin embargo, lo que más le interesa es hacer ver que no hay alternativa. El comunismo fue un fracaso, se repite. De lo que se trata es de convencer de que la situación en la que vivimos, es el mejor de los mundos posibles, como decía el “Cándido” de Voltaire. Lo que quiero explicar es el engaño de esa ideología dominante que, además, se transmuta continuamente de filosofía, para mostrar la bondad del sistema capitalista.

Todo ello, además, con la manipulación de los sentimientos…

Uno de los capítulos del libro habla de la política de los sentimientos. Va recogiendo los discursos de políticos, filósofos, politólogos, periodistas…, en los que siempre se manipulan los sentimientos. Sin ir más lejos, cuando se reúnen estas políticas de la izquierda (Yolanda Díaz, Mónica Oltra, Ada Colau…), dicen que las mujeres hacemos las políticas de otro modo, que somos las que cuidamos a los demás… En la campaña electoral, Mónica Oltra, que es quien más menciona lo del amor y los besos, hablaba así, besándose con Pablo Iglesias, en un mitin… El discurso es “querría llevar la felicidad a la gente, que lo está pasando muy mal”. Una frase que se repite continuamente. Se apela también a los sentimientos nacionalistas, al odio al diferente, al emigrante… Lo que ha acabado en Cataluña de una manera desgraciada. En esto se basa la campaña de esa formación filo-fascista, Vox.

Habla el libro de la prostitución. A propósito de ella ¿Somos las personas dueñas de nuestros cuerpos, como sostienen sin cortarse un pelo entidades y personas que se dicen de izquierda?

Dedico una parte del libro al discurso de la libertad ¿Quién es un ser libre? Como se va a ser libre si ya se nace en una familia, una clase social, un país, una época, un sexo… Ya estás condicionada por todo eso y, a partir de ahí, las clases dominantes te han situado en el papel que les interesa: eres un trabajador asalariado, al que vamos a explotar y, si quieres comer, tienes que aceptar nuestras normas. Y las mujeres tienen que parir porque para eso han nacido. Con la extorsión de la situación económica, fundamentalmente, y también con el discurso de los sentimientos, van engañando para que se acepten las peores situaciones, entre las cuales la peor es la de la prostitución. Los dueños de su cuerpo son los clientes y proxenetas, que son los que las han convertido en un objeto sexual ¡La libertad! ¿La libertad de suicidarte? Todas las mujeres, todas, que se prostituyen están en angustia económica, han sido violadas en su infancia, son objeto de tráfico… Este discurso de la libertad es una de las falsedades más grandes.

Libertad muy vinculada a la democracia, de la cual se habla como si fuera un absoluto, y se utiliza para todo…

Fernando Sabater y también Elsa Morante, que era comunista, ponían como ejemplo de democracia la de la antigua Grecia. Algo que era para un grupito, del que estaban excluidos los esclavos, las mujeres, los residentes extranjeros… Hago un estudio basado en el libro, muy detallado, de Vicente Serrano sobre el valor real del voto en España, donde aparecen los trucos que tienen para que, al final, salgan las elecciones como quieren que salgan. Tenemos dos partidos dominantes, que se han repartido el poder durante estos 40 años, que hacen lo mismo que Cánovas y Sagasta. Con una excrecencia, que son los partidos nacionalistas. Nos hemos presentado a elecciones varias veces como Partido Feminista y sabemos lo que supone participar en una campaña electoral donde los medios de comunicación y todos los sistemas de publicidad están comprados por las grandes formaciones políticas. Engaño que les gusta mucho a quienes, cuando se habla de socialismo, lo asocian a dictadura.

¿El populismo, tan á la page, tiene algo, mucho o poco que ver con la democracia, tal como hoy se la concibe?

El populismo es muy antiguo. Los tribunos, de los cuales también habla Marx, hacían grandes discursos a las masas explotadas y hambrientas, prometiéndoles la liberación. Siempre aparece un salvador. Ahí tenemos a Mussolini, Perón y lo que fue el fascismo en España. El populismo está directamente relacionado con el desprestigio de la política: los partidos que se han repartido el poder son unos corruptos y no resuelven, como prometieron, los problemas. La conclusión es que la política es una porquería y los políticos unos sinvergüenzas. Aquí, sale ahora, otro salvador, que fue Pablo Iglesias, que no es de izquierdas ni de derechas, porque ambas están desprestigiadas. Entonces no se sabe dónde estás ¿En el limbo? Tampoco quiere ser de centro, porque para eso ya tiene al PSOE, del cual el PP también se reclama, y también Ciudadanos. Así se hacen discursos deslavazados, prometiendo cosas imposibles.

El capitalismo, se dice en La filosofía del engaño, se ha convertido en un dogma

El capitalismo domina económicamente el planeta. Esta es la desgracia de la Humanidad. Ante él no existe ningún muro de contención. Lenin decía que cuando quieras conocer las raíces de un problema pregúntate a quién beneficia. El capitalismo persigue exclusivamente el beneficio. Ha hecho una campaña, cada vez más convincente y exitosa, de que lo público va mal y, por tanto, hay que privatizar todo. Debilitando, adelgazando cada vez más el sector público, que se consiguió después de siglos de lucha de las clases trabajadoras, para entregarlo a la empresa privada. Su discurso es que lo privado va bien, que se gestiona con honradez y eficacia, mientras lo público es corrupción y despilfarro.

Así las cosas, la Filosofía del Engaño no podía dejar de fijarse en Cataluña, sino todo lo contrario…

He vivido toda mi vida en Cataluña, donde me encuentro que, en el año 60, el PSUC está manifestándose, el 11 de septiembre, ante la pretendida tumba de Casanova ¿Cómo os manifestáis ante ese tipo, que era un boyardo?, preguntaba mi madre. No había nada que hacer, porque el nacionalismo era antifascista. Se han basado en la fantasía de que los independentistas catalanes son de izquierdas, y los que queremos la unidad de España, pues somos fascistas. En el libro se repasa la historia del independentismo catalán, para demostrarles que son unos nazis en realidad, porque tienen ese discurso racista del Mein Kampf: nosotros somos mejores, más trabajadores, más cultos, más eficaces… Y el resto de España nos roba, nos quita el dinero que hemos ganado con nuestro esfuerzo. Por lo tanto, nos tenemos que ir ¿Pero, a dónde? Al imperialismo norteamericano, claro. Como en Yugoslavia, que es uno de los dolores míos.

Los emigrantes, de lo cual sabe mucho Cataluña, constituyen parte importante de la filosofía del engaño…

Se ha sabido, que los sirios, que llegaron a Alemania, de la mano de una gran campaña de Ángel Merkel, trabajaban por un euro a la hora. Eso le conviene al capitalismo. El ejército de trabajadores de reserva, del que hablaba Marx, que contribuye a bajar el sueldo de todos los demás. Algo que genera competencia, rabia, y que es utilizado como combustible político por la extrema derecha.

¿Filosofía del engaño, que podría alcanzar su clímax en lo “trans”?

De momento, es el final de la filosofía patriarcal-capitalista. Se ha introducido en el movimiento feminista como un Caballo de Troya, diciendo que el sexo no existe, que la división de los seres humanos en dos sexos, como todas las especies mamíferas, es una cuestión cultural. A eso se le llama género, que cualquiera puede elegir en el momento que quiera. Llegamos así a “Las almas errantes” de la Escolástica, que buscan su cuerpo. Quieren cambiar el cuerpo mutilándose, y creen que así cambian de sexo. Lo que no es cierto. Porque el sexo se construye en el momento de la fecundación. Los transexuales, que los ha habido siempre, tenían que someterse, según la Ley de 2007, a un proceso de transformación. Ahora no es así. El transgénero significa que, con la sola declaración de tu deseo, cambias de sexo.

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