Este miércoles, en la Ciudad de la Justicia de Barcelona, se celebra el juicio para esclarecer si el periodista de TV3 Santiago Torres tiene derecho a extinguir su contrato con la televisión pública catalana y recibir una indemnización después de haber invocado la cláusula de conciencia. Según Torres, cuando fue apartado de sus funciones, sufrió «un proceso de acoso laboral» y fue «denigrado como profesional». Además, considera que en la cadena ha habido un cambio «sustancial» de la «línea ideológica», unas acusaciones que TV3 niega.
Torres, que ha trabajado durante 30 años en el programa 30 Minuts, señala en la demanda laboral que su traslado al canal 3/24 supone «una ruptura patente con la orientación profesional» que ha mantenido durante su trayectoria, y remarca «la progresiva centralización del control de la información, que se traduce en una menor autonomía de los profesionales», contribuyendo así al «sesgo» de la orientación informativa. El periodista ha sido el primero de TV3 en alegar la cláusula de conciencia reconocida en la Constitución, según la cual los profesionales de la información pueden pedir la rescisión de sus contratos cuando consideren que la empresa en la que trabajan ha sufrido un cambio sustancial en la línea ideológica, o cuando no puedan seguir ejerciendo su labor con normalidad debido al traslado a otro medio del mismo grupo.
Torres ha denunciado la «voluntad» de sus superiores de apartarle «progresivamente» de su labor informativa «ejercida de forma independiente», pero TV3 niega estas acusaciones y las de acoso laboral, y asegura que en la cadena «se trabaja con total libertad de expresión».
