Kalkiama SL es la sociedad en la que, de acuerdo con los datos del registro mercantil, figuran como administradores solidarios Joan Laporta, el presidente del FC Barcelona, y Manana Giorgiadze, su jefa de gabinete en el club y, por tanto, empleada. De acuerdo con el código ético vigente en el Barça esta es una situación irregular y no permitida por la normativa.
Esta anomalía, sin embargo, no tendrá consecuencias porque para que se produjeran la Comisión de Control y Transparencia del Barça debería tomar cartas en el asunto, bien de oficio o bien a través de alguna denuncia. Y ambas cosas son imposibles en la práctica, en primer lugar, porque ningún empleado del club se atrevería a presentar el caso por miedo a perder su puesto de trabajo. Lo segundo es que los integrantes de la comisión que ha de dar cuenta del cumplimiento del código ético del FC Barcelona están sólo para celebrar suculentas reuniones en algún restaurante carísimo y disfrutar de las ventajas de serlo, como tener entradas y viajar a los partidos destacados si es su deseo.
La norma tiene por objeto impedir que un cargo honorífico como es el de directivo, sea el presidente o cualquier otro, comparta negocios con un empleado, no sólo por las apariencias sino porque, de entrada, ser socios en una empresa, ni que sea de otro sector, pone en cuestión la propia contratación y el visto bueno del área de recursos humanos y del propio Comité de Empresa del FC Barcelona, cuyo presidente, Jaume Feliu, no oculta sus desvelos por complacer a la actual junta directiva.
La sociedad Kalkiama SL se dedica, oficialmente, a la “actividad inmobiliaria en general, incluidos arrendamientos (excepto el arrendamiento financiero activo). Compra, venta, exportación, importación, distribución y comercialización de todo tipo de complementos”.
Manana Giorgiadze se ha hecho popular en el entorno de Laporta por haber ascendido en un tiempo récord a persona de la máxima confianza del presidente, con un amplio mando en ese ‘camarote’ que gobierna el club desde el aislamiento y la más absoluta excentricidad.
Además, como ya se ha divulgado, ha contratado a su propia hija, Paloma Mikadze, para controlar la cuenta de Twitter de la presidencia sin pasar por ningún rigor ni control de recursos humanos. A su vez, por medio de esta vía, también ha pasado a formar parte de la nómina del club la propia pareja de Paloma, Benny Megrell, empresario, no se sabe exactamente con qué funciones y responsabilidades.
En definitiva, que ese entorno del presidente, que ya estaba bajo sospecha de estar integrado por personas de dudosa meritocracia y como resultado de una conducta nepotista por parte del presidente, está conectado entre sí por algo más que una relación de confianza y amistad: son socios.
