El consejero de Educación de la Generalitat, Josep Gonzàlez-Cambray, ha afirmado este jueves que su departamento no puede impedir que una escuela de Canet de Mar tenga que impartir, por orden de los tribunales, un 25% de las clases de P5 en castellano.
Según ha explicado, la clave radica en que el tribunal se ha dirigido a la directora del centro para que cumpla las medidas cautelares, lo que «nos impide que desde el Departamento de Educación respondamos directamente».
«Quien responde es la directora, y yo como consejero siempre protegeré a mis trabajadores, a los centros educativos y a las direcciones», ha afirmado Gonzàlez-Cambray, que se ha desplazado a Canet para trasladar el apoyo personalmente a la dirección del centro, donde ya se está aplicando desde este jueves el porcentaje mínimo de clases en español indicado por los tribunales.
Por el contrario, en el caso del 25% obligatorio que ha ordenado la sentencia del Tribunal Supremo en general a todos los centros de enseñanza, el destinatario del orden es el Departamento de Educación de la Generalitat.