La discoteca Waka Sabadell, ubicada en Sant Quirze del Vallès, recibió anoche la ira de cientos de jóvenes que protestaron por los recientes episodios de supuesto racismo ocurridos en el local. Piedras, vallas, botellas e incluso bengalas sirvieron a los autores de las protestas para destrozar parte de las instalaciones del negocio y mostrar así su indignación.
Las protestas llegan semanas después de que un joven colombiano denunciara que los porteros de la discoteca le denegaron el acceso por su color de piel y después le dieron una paliza a base de patadas y puñetazos. Además, el pasado fin de semana otro barcelonés de 24 años también fue víctima de los golpes de los empleados de seguridad de Waka Sabadell, que antes le habían atado con bridas. El martes denunció los hechos frente a los Mossos d’Esquadra.
Según El Periódico, los jóvenes habían convocado la concentración a través de las redes sociales. Fuentes de los Mossos d’Esquadra indican que todo se inició en torno a las 23:00 h, cuando la discoteca aún no había abierto sus puertas. Un grupo de unos 30 chavales habrían logrado entrar al establecimiento y provocaron altercados.
En las últimas semanas, tal y como informamos en EL TRIANGLE, locales nocturnos de Sant Quirze del Vallès, Badalona y Girona han sido escenario de supuestos casos de racismo. La patronal del ocio nocturno, Fecasarm, descarta las motivaciones racistas de los diferentes casos y remarca la “agresividad” de los jóvenes en cuestión.
