Aprobar la tramitación de los presupuestos de la Generalitat no ha calmado las tensiones en el seno del Govern. El president, Pere Aragonès, ha cuestionado pasivamente la actitud mostrada por su socio, Junts per Catalunya, pese a haber logrado superar el primer escollo parlamentario para que el proyecto del consejero de Economia i Hisenda, Jaume Giró, vea la luz: “Un Ejecutivo que saca adelante las cuentas debería mostrarse contento. Ningún gobierno que aprueba un presupuesto lo puede interpretar como un fracaso”, dice Aragonès en una entrevista en La Vanguardia.
Las discrepancias entre ERC y Junts se reflejaron en la intervención del diputado posconvergente Joan Canadell en el debate sobre la tramitación de las cuentas. Éste azuzó el temor a un nuevo tripartito tras el pacto con los Comunes y Aragonès abandonó el pleno. “Evidentemente no me gustó la intervención porque parecía que estuvieran defendiendo una enmienda a la totalidad. Pero ya se explicarán. Lo más lógico era celebrarlo”, critica el president.
Las palabras de Aragonès cambian si se refiere a Jaume Giró -”Ha hecho un gran trabajo” o a otros miembros de Junts en el Govern -”Hay colaboración y entendimiento”. El president defiende que “son unos presupuestos que nos permiten implantar las políticas pactadas con Junts. Si esto a alguien no le acaba de cuadrar, no lo entiendo”.
Junts prefería pactar los presupuestos con el PSC. El líder de los socialistas catalanes, Salvador Illa, se había ofrecido. Pero Aragonès no quiso coger el teléfono: “Mi modelo de país no es el del PSC. Y le pongo un ejemplo: ante la decisión del Supremo sobre la inmersión lingüística, aún no sabemos si el PSC se mantiene en el consenso de la inmersión en el que había estado históricamente o no”.
También encuentra palabras críticas Aragonès para el PSC por su insistencia a que convoque la mesa de partidos políticos catalanes: “Cuando el PSC dice eso añade que no hablaremos de la autodeterminación porque divide. Y eso no es un diálogo honesto. El mejor diálogo lo haremos en el Parlament”. Y en paralelo, en la mesa de negociación con el Estado: “La alternativa no la veo por ningún lado”, dice Aragonès.
Mientras tanto, el Govern trabajará para tejer de nuevo sus alianzas con la CUP tras su negativa a apoyar las cuentas. “En breve reemprenderemos las conversaciones con la CUP para que se incorporen a esta amplia mayoría y que esta discrepancia no vuelva a producirse”.
