Junts per Catalunya quiere recuperar la estabilidad del Govern de la Generalitat. La gobernabilidad catalana vuelve a depender de las asambleas de la CUP, esta vez en relación con su postura frente a los presupuestos. Es por eso que las primeras espadas de los posconvergentes se han movilizado en diferentes actos y declaraciones para instar a los anticapitalistas a mantener la unidad parlamentaria del independentismo.
Mientras las Asambleas Abiertas Parlamentarias de la CUP debaten hoy por tercer día si presentan una enmienda a la totalidad de los presupuestos o si facilitan su tramitación, Junts ha optado por presionar a su socio parlamentario. El secretario general del partido, Jordi Sànchez, ha agradecido en un acto en Lleida “el trabajo incansable” del consejero de Economia i Hisenda, Jaume Giró, negociando “con quien queremos llegar a un consenso: los compañeros de la CUP”.
El guiño a los anticapitalistas ha ido acompañado de una mención a la mayoría independentista en el Parlament para instar a la CUP a no traicionarla. Sànchez ha alabado el trabajo de Giró “para hacer unos presupuestos que reconozcan el 52%” y ha querido defender que “nos creemos el resultado de las urnas y no podemos dejar perder el crecimiento que suponen estos presupuestos”, por lo que ha pedido que reciban “un apoyo claro”.
En la misma línea se ha expresado la líder de Junts en el Ayuntamiento de Barcelona, Elsa Artadi, quien ha reivindicado en Públic que “estamos en la legislatura del 52%, tenemos un resultado histórico. El único camino que hay en la aprobación de los presupuestos implica seguir trabajando con la CUP”. Y ha puesto la negociación de la investidura de Aragonès como ejemplo del trabajo para encontrar “puntos comunes” pese a las distancias que existen entre ambas formaciones.
El máximo artífice del proyecto de cuentas en cuestión, Jaume Giró, también ha conminado a la CUP a favorecer la aprobación de los presupuestos para no dañar al independentismo. De hecho, ha afirmado que el rechazo de los anticapitalistas «sólo podría ser leído como un debilitamiento de la aspiración nacional mayoritaria a la plena soberanía».
El consejero también ha alertado en un artículo en El Nacional que la mayoría independentista es «un bien que merece ser protegido» y ha dicho ser consciente «del peligro que supondría para la causa que apareciera una grieta» en el seno del independentismo.
